V

1.5K 71 94
                                    

Estaba en la bañera, necesitaba relajarme porque hoy había sido un día muy pesado en el trabajo. Cerré los ojos, recosté mi cabeza en el borde la bañera y dejé que el agua con aroma a rosas mojara mi cuerpo completo.

Estaba solo en casa. Los niños quisieron pasar unos días con sus abuelos y Paul aun no llegaba de su trabajo.

Mi celular, que estaba justo al lado de la bañera, vibró. Abrí los ojos lentamente y me dispuse a ver de qué trataba el mensaje. Era Paul.

Amor💘: Voy saliendo de trabajar, bebé. Tengo muchas ganas de jugar. Mira, precioso.

Tengo ganas de que me partas el culo, Johnny. ❤

Sonreí de manera lujuriosa e inevitablemente mi miembro se endureció. Respondí el mensaje:

Johnny💘: Qué lindo te ves así, Paulie. Ya te imagino saltando sobre mí como tanto te gusta hacerlo, bebé.

Dejé mi celular de lado y volví a recostar mi cabeza en la bañera mientras paseaba mi mano en todo mi miembro, soltando gemidos ahogados.

Tan solo imaginarme a Paul sentando en mi pene podía hacer que una erección gigante creciera en mí.

Luego de unos minutos escuché la puerta principal ser abierta, luego unos pasos subir por las escaleras.

-¿Gordo, dónde estás? -La voz de Paul resonó en el casa. Solté una risita ante mi apodo. -¿En el baño, uh?

Escuché sus zapatos caer al piso y luego se abrió la puerta del baño, dejándome ver a Paul con su camisa y bóxers. Cerró las puerta tras él y se acercó a mí.

-Hola, precioso. -le dije luego de besar sus labios y dar un besito en la punta de su nariz.

-¿Me dejarías ayudarte con eso? -mordió su labio cuando su vista se fijó en mi erección. No respondí, lo besé y pasé mis manos por sus brazos, subiendo las mangas de su camisa hasta sus codos.

Nos separamos y puse su mano en mi erección, él sonrió y empezó a masajear mi miembro. Cerré los ojos para disfrutar de su toque y aferré mis manos al borde de la bañera. Que Paul hiciera eso es mi debilidad, me volaba todos los sentidos. Sus dedos apretaban mi pene de una forma demasiado placentera.

-P-Paul, hmmm... -incrementó los movimientos de su mano mientras me besaba, mis gemidos eran ahogados por nuestro beso. Cuando estuve a punto de correrme Paul detuvo su mano.

-No, no, quiero que te corras dentro de mí.

Salí de la bañera, tomé a Paul de las caderas y lo acerqué a mí, le planté un beso en los labios y el roce de nuestras intimidades erectas hizo que ambos gimieramos. Bajé su boxer y tomé su miembro entre mis manos haciendo que él gimiera en mi oído, lo que provocó que mis vellos se erizaran.

Quité su camisa y besé su cuello, pectorales y abdomen hasta que llegó a su miembro. Lo metí en mi boca, Paul soltó un gemido bastante alto y puso una mano en mi cabello y la otra en mi hombro. Luego de un rato, me levanté y lo besé con desesperación.

Paul apoyó sus manos en el espejo del lavamanos mientras que su cadera quedaba un poco alzada, empecé a dar besos por su cuello, bajé por su espalda, besé y mordí sus glúteos dejando un camino frío de saliva.

-Johnny, p-por favor, mhmmm, quiero sentirte dentro de mí. -me levanté, besé su cuello y le dí una nalgada muy fuerte. -¡John, ah!

Tomé mi miembro y lo dirigí a su entrada, besé su cuello y lo intruduje en una sola estocada lo que permitió que tocara su Punto G. Podía ver la expresión de placer de Paul en el espejo. Tomé sus caderas con mis manos y empecé a moverlas como más me gustaba.

Seguí embistiendolo y empecé a masturbarlo. Los gemidos de Paul aumentaron y escucharlo gemir me pone mucho. Podía ver que estaba a punto de correrse, llevaba una expresión de placer plasmada en su cara.

Di una ultima embestida y demarré todo mi semen dentro de él, haciendo qué el también llegara al orgasmo y gimiera mi nombre junto a algunas maldiciones. Salí de él y pude ver cómo mi semen escurría por sus muslos.

Paul miró mi cara a través del espejo y pudo darse cuenta que estaba viendo sus piernas escurrir.

-¿Te gusta lo que ves? -se giró y besó mis labios pasó sus manos por mi cuello y yo por su cintura. Lo alcé y lo dejé sentado en el lavamanos.

-Te ves fantástico así, amor. -lo volví a besar con frenesí. -¿Vamos a la habitación?

-¿A dormir? -emitió una risa suave.

-Hoy nadie duerme. -dí un beso en su nariz y levanté, enredé sus piernas en mi cintura y fuimos camino al cuarto.

-m
Admito que esto no es Daddy
Kink pero equis,
subiré one shot de lo que
sea JAJAJAJA y esto se me
ocurrió en clases de inglés JAJAJA 

yes, Daddy. [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora