Antes de la creación y de la existencia del espacio y el tiempo no había nada, así dice la Torá y aunque paradójico es el mismo que el discurso del saber científico. No siempre fue así, el misticismo (o la espiritualidad) fue reemplazada poco a poco por la lógica, una lógica que argumentaba en favor de la Ley de la conservación de la materia y la energía, que es una especie de trasmutación o cambio de una cosa a la otra y no una creación repentina surgida de la nada misma, permitiendo un universo infinito, pensamiento clásico traído del siglo 19. Más el siglo XX mostraría una nueva faceta en una era donde se juntarian en una las divergencias, la materia y la energía podrían intercambiar de un estado a otro y a su vez aceptarse puede aparecerse la creación de la nada. Ya que el origen propio del universo sigue siendo no del todo entendido y aún más complejo que lo supuesta y brevemente comprendido.
La "bola de luz" o bola primordial fue el inicio del Bing Bang lo que dió inicio al espacio y el tiempo y así al mismo universo. La Torá afirma en el momento de la creación: "y hubo Luz" (Génesis 1:3) sin haberse creado astros en los cielos existió esa luz, la creación del universo no fue en el universo existente si no que fue la creación del universo mismo. La luz es eso que los incrédulos no entienden.
