Mosche y las aguas del Nilo

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Gobernaba el rey Paró con un gobierno que agobiaba a los hebreos. En eso la gracia de Di-s descendería sobre una casa, seria sobre la familia de Amram donde recaería tal privilegio, ya que tendría un tercer hijo que sería un guía elegido para salvar al pueblo hebreo de los egipcios.

La hermana de Mosche presentía el niño que nacería sería especial, ya que sentía el deseo de expresar júbilo a causa del nacimiento del nuevo miembro de su familia. Acertadamente se cumplieron las palabras proféticas de la hermana y el padre de Mosche que sabían de antemano que su hijo sería único.

La vía por la que incursionaría Mosche desde su infancia no sería nada fácil, aún desde pequeño se atentó contra su vida, ya que se mataba por orden del Rey Paró a todo niño hebreo, esto con el fin de diseminar a tanto hebreo, ya que crecían en fuerza y número. De allí que al no poder cuidarle su familia por más tiempo se dispuso un medio de salvación del niño. Se eligió para ello un simple cesto cubierto de brea por fuera para que resistiera el agua del rio. Algo tan sencillo resultaría efectivo y a su vez no sufriría el niño por el olor a brea por no cubrirse de brea el interior del cesto. Finalmente el infante llegaría a unos juncos y sería, al ser encontrado, criado como un príncipe entre los egipcios. Pero antes de todo esto sería despreciado, ya que al encontrarlo la sirvienta de la princesa se le diría seguramente era el hijo de un judío, la princesa no podía mover sus manos adecuadamente, estaba lastimada, la princesa deseaba tomar al niño entre sus manos y sacarle del río, en eso milagrosamente recobro sus fuerzas. El Niño fue tomado y mandado alimentar pero no podía calmarse su llanto que era infranqueable. En eso llega su hermana y ofrece su ayuda a la princesa. Entonces le manda darle alimento al bebe, lo cual hace e inmediatamente logra hacer cesar el llanto del bebe, lo cual alegra a la princesa y le ofrece dinero por dichas tareas durante dos años completos, después de los cuales se le daría nuevamente al niño el cual tomaría la princesa para si como uno de sus hijos.

Pasados dos años el niño crecía y se fortalecía, tenía ahora siete nombres, pero sería el último de todos el que tomaría. Fue uno nuevo el que se eligió. Sería Mosche porque de las aguas fue tomado. El pequeño Mosche era bello y le admiraba quien le veía y aún el mismo Rey Paró jugaba con el niño.

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