Princesa Valiente

Prisionera

Princesa Valiente Capitulo II: Prisionera

No habían pasado ni 30 minutos fuera del castillo y ya se empezaba a arrepentir. Sakura se encontraba dentro de una pequeña carreta tirada por caballos. Abanicaba su rostro tratando de calmar sus nervios; ¿Qué clase de cosas le esperaban en el campamento Uchiha? ¿Qué tipo de persona seria el famoso General? ¿Qué ocurriría cuando Naruto regresara a Konoha? ¿La iría a rescatar inmediatamente? 

—Señorita estamos a punto de llegar-—Le informo el embajador irrumpiendo sus pensamientos.

—Ahh...si, gracias.

Sus manos empezaron a temblarle, sudor frio bajaba por su espalda, estaba muy nerviosa. Mientras la ayudaban a bajar del carruaje observo el lugar «Así que he llegado»

El sitio era bastante extenso, aunque lo único que podía observar eran carpas adornadas con banderas que portaban el símbolo rojo y blanco, y a muchos soldados; estos le lanzaban miradas lascivas. No hacía falta mencionar la falta de presencia femenina que habia.

—Princesa, sígame. El General Uchiha la espera por aquí—sin más que decir Sakura le siguió el paso al embajador. Todas las miradas posadas sobre ella la hacían sentir cada vez más pequeña. Detuvo su andar al mirar hacia el frente y toparse con una carpa, más grande que las demás, que tenía el enorme símbolo del clan en la entrada—. Antes de entrar debería tomar un baño y cambiarse la ropa—le menciono el embajador pero Sakura no lo escucho.

Ignoro al embajador y cruzo la entrada. «Aquí dentro, detrás de esta cortina se encuentra mi destino» Se animó mentalmente. Ella sola se estaba adentrando a la boca del lobo.

—Oh, pero miren quien ha venido—saludo con claro sarcasmo una voz masculina—No me digan que un general de mi ejército no ha podido derrotar a esta frágil niñita.

Sakura miro a la persona que hablaba, lo que vio la dejo con la boca abierta. Había escuchado hablar del General Uchiha, basado en lo que escuchaba ella se lo imaginaba como un señor de unos 40 años aproximadamente sin atractivo alguno, pero si que contaba con un gran poder militar y dominio.

Obviamente estaba equivocada, el General Uchiha era el sueño viviente de toda mujer. Su edad no debía ser de más de 20 años, era por lo menos 2 cabezas más alto que ella, su rostro era bastante atractivo; finos labios, mentón fuerte, nariz recta, cejas delgadas, misteriosos y profundos pozos negros como ojos, cabello tan oscuro como la noche, este cubría parte de su ojo izquierdo. Su físico también era encantador: abdomen y pectorales bien delineados, brazos y piernas fuertes, era musculoso pero sin exagerar. Un verdadero adonis, eso era.

El aura que cubría al hombre frente a ella era bastante atemorizante y amenazante. Suspiro, no era el momento de temer. Inclino su cabeza como saludo y comenzó a hablar.

—Soy consciente de que no podremos derrotar a su ejército por nuestra cuenta—mantenía un tono de voz bajo—. Estoy aquí para negociar el destino de mi pueblo—los ojos de Sasuke la miraban atentamente, observando cada gesto y movimiento sin perder detalle—. Espero mantenga su palabra y libere a aquellos que sus tropas tomaron como rehenes.

El chico esbozo una pequeña sonrisa.

—Jajá, déjeme decirle que estas en un error, yo nunca mencione tal trato—el chico se tomó la libertad de burlarse—Una vez que tomo el control de todo significa que todo me pertenece, deje muy en claro que solo deseaba a una mujer para mi diversión. Pero advertí que aquello no aseguraba que dejaría en paz su nación, tampoco que liberaría a los rehenes que tome, ¿o qué? ¿Crees poder hacerme cambiar de opinión?