- La Flor -

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«La flor»

Puedo comparar la vida con una flor, se marchita al descuidarse, la tristeza le embarga con pesar.

Es difícil que vuelva a revivir una vez se halla marchitado,
Es difícil pero no imposible, en los actos del corazón lo “imposible” no existe.


Rodó por la cama hasta caer al suelo, llevándose al castaño quien le estaba abrazando, sin mediar palabra lo cargo en sus brazos, le coloco una bufanda y una manta y tiro la puerta de una patada. En ese momento no le importaba no llevar un abrigo o no haber tomado sus zapatos, solo debía llevar a Tsuna con Alaude y estaría a salvo, jadeaba cansada, en ese momento maldecía estar tan alejada, sus pies se hundían en la nieve, si usaba su llamas los encontraría más rápido, uso la armonía de su llama para dormir al castaño, mordió su labio inferior hasta hacerlo sangrar, su cabello se tiño de rojo y sus orbes igual, salto hacia la copa del árbol y diviso a lo lejos el palacio.

–Al menos hiciste algo útil maldito Alaude – jadeo al ver una tropa cerca de los límites, con gracia y elegancia saltaba para llegar, el castaño ya hacia en un tipo de esfera que le resguardaba

Mordió su mano y dejo que las gotas de sangre cayeran sobre la nieve, la cuál se levanto en forma de un demonio con colas, las cuales azotaba para que ellos no llegaran hacia donde estaban.

–¡Y sobre mi cadáver! – grito rompiendo una cadena que aprisionaba su pierna

Lanzo la esfera con el castaño dentro mientras se quedaba a combatir a quienes iban tras el cielo. La tropa se alerto a ver con una esfera caía frente a ellos, un cuervo empezó a sobrevolar a su alrededor, graznando mientras agitan sus alas.

–Imbéciles saquen lo de acá, lleven le con el reyhicieron lo que decía aquel raro cuervo, no lo dirían pero tuvieron miedo cuando esos orbes negros pasaron a unos rojo sangre

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–Ja, sois tan persistente, mucho más que los anteriores – bufo limpiando el hilo de sangre que salia de su labio, su ropa estaba rasgada, llena de sangre, propia y ajena –. Verán, no dejaré que siquiera respiren el mismo aire que él.

–Eso dijiste antes y mira – dijeron en coro

–Inepto, usar marionetas, que débil – ronroneo mientras usaba un escudo de hielo para protegerse de las cadenas –. Cadenas, que original Jager.

Salto hacia atrás mientras lanzaba cuchillas de hielo las cuales se incrustaron en los brazos del enemigo.

Lo que antes era una parte del bosque con nieve, ahora era una zona de guerra, árboles caídos, nueve derretida y charcos de sangre, ambos lados estaba exhaustos, el uso prologando de llamas que habían sellado hace siglos hacían estragos en sus cuerpos, Yukiko trataba de no caer de rodillas con cada paso, mientras Jager intentaba no quedar inconsciente. 

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Venganza de los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora