CAPÍTULO 1: PRIMER DÍA

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CAPÍTULO 1: PRIMER DÍA

Blaine Anderson llegaba a la academia Dalton el primer día de clases. Ese sería su año, o al menos eso esperaba. Era el capitán de los Warblers y esperaba poder ganar por fin los nacionales liderando al Glee Club, no sólo vocalmente como hasta ese día, sino también desde el consejo en el que tomaban las decisiones. Además, esperaba ganar el campeonato de boxeo. Llevaba dos años compitiendo y creía que estaba listo para ser un campeón. Así pensaba que su solicitud para Julliart sería buena y tendría posibilidades de entrar.

No tardó mucho en encontrar a sus dos mejores amigos, Jeff y Nick. Se acercó a ellos con una sonrisa que pronto fue correspondida por la pareja.

– ¿Preparados para nuestro último curso? – Preguntó el ojimiel cuando se acercó a ellos y rodeaba a ambos con sus brazos.

– ¡Que tiemble Dalton! – Gritó el rubio.

Entraron y se dirigieron directamente a sus habitaciones. Los dos morenos compartían una mientras que Sterling lo hacía con Trent, otro amigo de los tres. Deshicieron las maletas y se dirigieron al Aula Magna donde se realizaban todos los actos en los que tenían que estar presentes todos los alumnos. Los cuatro reían mientras buscaban un sitio para sentarse cuando alguien tapó los ojos de Blaine por la espalda.

– ¡David! ¿Cuántas veces te tengo que decir que no me gusta que hagas eso? – Exclamó el más bajo.

– Las veces que haga falta Hobbit. – Respondió el aludido liberándolo para que volviera a ver.

– ¿Algún día sereis lo suficientemente maduros como para tener una conversación normal con vosotros? – Preguntó Wes mientras se acercaba a saludar a sus amigos.

– ¡No! – Contestaron los demás con una sonrisa en sus labios, haciendo que el asiático sacudiera la cabeza con un gesto resignado.

Encontraron a su compañero Thad que les guardaba el sitio. El director entró y todos los alumnos quedaron en silencio. El hombre recordó las normas de Dalton, haciendo incapié en que el acoso y el maltrato estaba prohibido en esa academia, especialmente si estaban entre el grupo de estudiantes que estaban alojados en la residencia. Los estudiantes que vivían cerca volvían a sus casas todos los días pero muchos de ellos se quedaban toda la semana allí y convivían en las habitaciones que se les había asignado. De los chicos, sólo Blaine, Nick, Jeff y Trent estaban internos. Los demás volvían a sus hogares tras las clases o cuando terminaban las tareas.

Cuando el acto acabó, Anderson, Montgomery y Duval se fueron a toda prisa. Eran algunos de los voluntarios que se encargarían de repartir los libros, horarios, uniformes, ropa de deporte y demás efectos necesarios para el curso a los estudiantes. El ojimiel se encargaba de los alumnos cuyos apellidos estaban entre la “e” y la “j”. Uno a uno, los estudiantes iban pasando y le decían su nombre y apellidos. Con eso, Blaine buscaba la ropa, el horario y los libros que les correspondían.

– Kurt Hummel. – Dijo una angelical voz. El moreno miró al joven que estaba delante de él. Tenía unos ojos azules profundos y maravillosos. Su cabello castaño estaba peinado hacia arriba, de manera informal. Era un poco más alto que él y muy hermoso. Su blanca piel parecía muy suave y la ropa ajustada que llevaba dejaba apreciar todo su cuerpo, desde sus largas y delgadas piernas, hasta sus brazos un poco marcados. Se quedó unos segundos mirándolo hasta que Wes le tocó el hombro. Miró el horario del joven y no pudo evitar sonreir.

– Coincidimos en todas las clases menos francés. Yo opté por español como idioma extranjero. – Le informó al chico.

– Lo que sea... ¿Me das mis cosas? – Cortó él. Blaine asintió y le dio las bolsas y la carpeta con toda la información. Después de eso, el ojiazul se fue sin decir ni palabra.

Cuando todos los alumnos terminaron de recoger sus nuevas pertenencias, llegó la hora de comer. Los Warblers se reunieron en su mesa de siempre. Los miembros que estaban internos habían “prestado” sus habitaciones a los demás para que dejaran las cosas, ya que de otra forma debían cargar con ellas todo el día. Blaine se sentó entre David y Nick, como era habitual y comenzaron con las bromas y las risas.

– Creo que por fin Niff no van a ser la única pareja de Dalton... Al menos, por parte de Blaine... – Comentó Wes en tono de burla.

– ¿Qué? ¡Cuentanos todo! – Pidió Jeff.

– No sé de qué está hablando. – Dijo el moreno, aunque sus mejillas comenzaron a sonrojarse, delatando su “mentira”.

– ¡Oh, vamos! Cuentame... – Suplicó el rubio que se encontraba casi encima de su novio para estar lo más cerca posible de su amigo.

– Sólo es un chico que me ha parecido atractivo. Pero de ahí a que vayamos a ser pareja... – Susurró el más bajo, probocando que todos soltaran un “oh” como el que se dice cuando se ve una imagen muy tierna.

– Es la primera vez que Blainy-Days se siente atraído por alguien... ¡Esto hay que celebrarlo! ¿McDonalds hoy a las ocho? – Gritó Thad.

Todos estuvieron de acuerdo y siguieron con la conversación, haciendo que Anderson les contara con todo detalle lo que había pasado, acosándolo a preguntas y haciéndolo sonrosar en múltiples ocasiones.

Después de eso, todos se fueron a la sala de los Warblers, era la reunión para nombrar a los miembros del consejo de ese año, para convocar las audiciones y así tener el equipo cuanto antes. Para todos era extraño estar allí sin sus uniformes, pero hasta el día siguiente no tenían que llevarlos. Como era de esperar, Blaine, Wes y Nick formarían el consejo. Los tres juntos eran un gran equipo y lo habían demostrado muchas veces a lo largo de esos dos últimos años. Su capacidad de dirigir, su complicidad y su iniciativa los hacía unos líderes natos.

Tras ese momento, todos se dirigieron a las habitaciones para que los que no residían en Dalton recogieran sus cosas antes de salir a cenar. Blaine esperaba a que Nick abriera su habitación cuando volvió a ver a ese chico... Kurt, Kurt Hummel. En ese momento estaba de espaldas y pudo apreciar su trasero mientras caminaba por el pasillo. ¿Acaso no tenía ningún defecto?

– Creo que ya sé quien es el chico que te ha gustado. No está mal. – Dijo Jeff mientras apoyaba su hombro en su amigo. – Aunque creo que Nick o yo estamos mejor. – Le guiñó un ojo, haciendo que el más bajo pusiera los ojos en blanco.

– Pensaba que todos habíamos superado esa fase. – Protestó Anderson.

– Sí, por favor. No quiero volver a aquellos oscuros años... – Se quejo Thad sobreactuando como si le hubieran roto el corazón y agarrándose el pecho fuertemente.

– ¿Debo ponerme celoso? – Preguntó Nick mirando a su novio y a su mejor amigo con el ceño fruncido.

– ¡No! – Gritaron los dos aludidos al unísono.

Cuando todos estuvieron preparados, se dividieron en dos grupos y fueron al restaurante de comida rápida. Allí disfrutaron del tiempo juntos, sin saber que ese sería su último momento de paz, su último día como amigos sin problemas. Al día siguiente todo cambiaría y uno de ellos no volvería a ser el mismo. Porque hay cosas que te cambian y otras que hacen que parezca que has cambiado y, por desgracia, Blaine aprendería pronto la diferencia.

Mi Pesadilla (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora