EPISODIO 1: VISITANTE PERMANENTE

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"Ya es de noche y aún no ha aparecido ni un mísero cliente, supongo que hoy no es mi día".

El decepcionado bartender dijo para si mismo, mientras observaba como la luna se asomaba burlescamente frente a las ventanas de su desierto local. Su taberna nunca había sido un lugar muy concurrido, pero nunca antes había tenido un día así de nefasto para su trabajo.

De nada le sirvieron los nuevos platos y bebestibles que había encargado o los numerosos anuncios que había posicionado alrededor de la zona, su negocio parecía estar estancado y sin mucha posibilidad de recuperación.

(Bueno, supongo que habré de resignarme, no estoy dispuesto a abrir esto toda la noche si es que ningún energúmeno piensa en asomarse...)

Pero justo en el momento en que el ya no tan joven e incluso calvo encargado pensaba en empezar a cerrar su morada, advirtió una ligera presencia acercándose desde un rincón de sus ojos.

"¿Pero si no es..."

"P....P...Paul, ¡Espera, no cierres aún, necesito comer algo!"

Una chica de cabellos flameantes y con no mucha más ropa que un suéter y una bufanda se arrastraba sobre el sendero del bosque, aparentemente agotada.

Aquella chica era la hermana de una de sus amigas. A pesar de no llevarse mal ni con ella ni su hermana, Paul no ganaba nada con esta amistad, ya que aquella joven tenía la costumbre de comer y beber un montón sin pagar.

(Diablos, creo que haber cerrado hubiese sido mejor, ahora la pérdida será aún mayor. No importa, haré como que no la he visto...)

En el momento en que Paul le dio la espalda, la chica intuyó que no la había ignorado, sino que simplemente su voz no había podido alcanzarle. Dicha acción le jugó en contra a Paul, ya que la chica empezó a gritar con aún más fuerza, hasta que finalmente no pudo continuar fingiendo ignorancia.

"¡YA CYAN, YA TE OÍ, NO CERRARÉ. ENTRA ANTES DE QUE ME ARREPIENTA!"

Tras la acalorada respuesta de Paul, la chica llamada Cyan soltó una pequeña risa de victoria mientras se levantaba.

Todo ese espectáculo con ella gritando como una moribunda habían sido perpetrados con el único motivo de conseguir la compasión de Paul, lo que se traduce a comida gratis. Cyan conocía a Paul como la palma de su mano, por lo cual esta escena se repetía de manera constante.

Sin embargo, dichas acciones egoístas no se debían a que Cyan fuese una persona manipuladora o malintencionada, sino que más bien era su forma común de interactúar. Cyan sabía que la vida de Paul no era muy entretenida y que su negocio no era muy popular, por lo que pequeñas intervenciones como esta le traían algo de diversión a su rutinaria vida.

Así, mientras para algunos el día acababa, un día normal en la vida de estas dos personas comenzaba...

SWEET LOSS: VOLUMEN 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora