Camille De Oliveira

España

Nuestro querido victor se ajusto las botas,me miro sonriente con ese mostacho tipico de la epoca y hecho a caminar conmigo.Confiaba en que Victor no recordase lo que dije de Camille.Desafortunadamente no contaba con la memoria y astucia del español:

-Asi que hay una dama que te tiene hechizado...No te preocupes chaval,ya veras como cae a tus pies.Es mas,seguro que en la Alpujarra hay damas mejores que la que te tiene cautivado.-Dijo muy confiado,como todos los de su rango.

-No crea usted,amigo mio.Esa dama es de lo mas especial,si tuviese que compararla con algun personaje de la antigüedad ,sin ninguna duda seria con medusa.Posee unos ojos que te dejan petrificado...

-Si le digo la verdad,algo me incita a pensar que esta condenadamente loco por esa dama.-Insinuo mirandome de reojo.

-Vuelve a suponer bien Victor.Me parece,como ya le dije antes un hombre de lo mas inteligente.-En efecto lo era,lo que decia ,siempre era teniendo en cuenta los estimulos que previamente habia reunido.Pocos hombres tenian esta virtud.

Giramos por la esquina de Black widow St. Una avenida de lo mas  pintoresca y bella.
Esta calle albergaba casas de todo tipo ,aunque la mayoría de estas eran lujosas, bien pintadas, totalmente vejadas y como no ,vigiladas 24 horas por guardias. La longitud de dicha calle no era muy extensa de hecho, a ojo calcularía que no alcanzaba los 100 metros . Portsmouth es una ciudad de contrastes .Perfectamente podías encontrarte en un barrio rico ,girar una esquina y encontrarte cara a cara con la miseria más profunda. Aún así Víctor y yo retomamos la marcha .A lo largo de la caminata podía notar que ,aunque aparentaba tener un aire sobrado, tenía miedo a ser identificado por los guardias y seguidamente arrestado y quién sabe ,a lo mejor muerto ahí mismo.

- Ahora soy yo el que te noto un poco asustado amigo Víctor , no tienes porqué preocuparte, los guardias que vigilan las calles son unos auténticos incompetentes  como casi todos los que ofrecen servicios en esta ciudad .Si quieres hacer que la cosa funcione ,el oro es la única solución.- me miró con divertimento.

- Gracias por el dato aunque ,me extraña mucho que entre todos los guardias que hay aquí no haya ninguno que no muestre indiferencia a los que sus ojos presencian.-Susurro aun con miedo.

Atravesamos toda la calle sin dificultad.Como anteriormente le dije a Victor,los guardias solo sabian sentarse a mirar el reloj.Con una seguridad asi Victor no tenia nada de que preocuparse,caminar por las calles de Inglaterra era un juego de niños.

-Buah,en España esto no pasa ya que  pagamos a los centinelas bien-Yo le mire de reojo,el advirtio mi gesto y dejo de hablar.

-En España hay mucha gente que se deja llevar por el dinero,lo que pasa es que sois muy religiosos y actuais en nombre de vuestro señor.Pero creeme Victor,eso tarde o temprano le pasara factura a tu pais.-dije cortante.

-Lo que tu digas Sebastian ,pero ten en cuenta que nuestro estilo es el que rige el mundo y ahora mismo España es la nacion con mas poder.-Ante tal argumento tuve que callarme,por ahora.

cambiando de tema le dije a Víctor
-¿Como piensas mantenerte de ahora en adelante?

-Bueno ya sabes,las limosnas,algún que otro robo,algún trabajillo ...lo de siempre.

Mirntras que Víctor iba hablando me iba preguntando de dónde diantre sacaba fuerzas el imperio español , a base de soldados mal alimentados, a veces con 5 meses o más de atraso en el sueldo y en condiciones pésimas que yo sepa no se puede hacermucho.

Pero amigos míos,sorprendentemente la realidad supera la ficción. Yo en ese entonces los conflictos por religión me parecían una tontería puesto que no creía en ningún tipo de deidad ni fuerza superior( cosa poco común en la época en que vivía).

- ¿Hasta qué punto me podría fiar de su merced?- dije tímido .

Tras finalizar de pronunciar aquellas palabras Víctor giro la cabeza levemente de tal forma de qué el sombrero dejará de taparle la vista

- ¿que tiene en mente  Sebastián?
- créame, será mejor que me responda a lo que le pregunté anteriormente.

Víctor Esta vez levantó aún más la cabeza hasta el punto de poder distinguir en su rostro una risa picarona entonces fue cuando dijo:
-" No acostumbro a matar herejes a la ligera, no los de tu tipo".

- no mantengo ninguna creencia de ningún tipo , lo único que me resulta preocupante es mi suerte del día a día.-Me limite a responder,temeroso.

- en tal caso puede usted considerarme un hombre honorable.

Dicho esto seguimos caminando por las,casi siempre tranquilas calles Portsmouth