-CUATRO-

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Luego de ese "accidente" aquella  noche, no dejaba de pensar en Ley, que habría pasado con ella y quiénes eran esos tipos.

Recuerdo a la perfección a la chica, tenía unas imágenes borrosas de su "novio" pero desgraciadamente no vi casi nada del rostro del "agresivo" tipo del auto.

Así avanzo la semana antes del comienzo de clases, solo estuve con KinGi y Sun, ya que las demás estaban con sus padres de vacaciones.

Conocí más a fondo a KinGi, ella tenía 21 años y su personalidad era madura, bastante correcta en cualquier ámbito pero aún así era graciosa conmigo, me ayudó a adaptarme a la ciudad, me enseñó tiendas, cafés y la biblioteca.

Hablar con Sun era una tarea bastante difícil, ya que ella me evitaba a toda costa, no pude conocer más de ella. Me resultaba extraño que su comportamiento "distante" era solo conmigo, ya que ella y KinGi eran grandes amigas y tenían una buena comunicación.

Mentiría si dijera que no ocupaba cada oportunidad para ir a la tienda, ver a Tae me ayudaba bastante con mantenerme "distraída" de todo esto.

Ya habíamos desarrollado una "amistad" bastante buena, yo iba a verlo y hablábamos por más de una hora sobre cualquier tema que fluyera.

02 de marzo

10:37 am.

-¡Han!.- escuche la voz de KinGi llamarme desde la cocina, así que corrí rápidamente hacia allí, si mis cálculos no fallan era hora de ir a la tienda.

-¿Que pasa?.- Pregunte al llegar, esta casa tenía diversas tareas repartidas entre nosotras, mis trabajos eran ir a la tienda y limpiar el comedor cada dos días.

-Hoy vendrán las demás.- Aclaro y automáticamente sentí como mis nervios volvían de un segundo al otro.- Así que compra esto.- Extendió otra lista de compras, KinGi tenía la tarea de cocinar junto a Lele, pero ella no estaba aquí.

Ellas vendrán con el anochecer, debo admitir que esa idea me daba aún más miedo, quería agradarles, por alguna razón Sun me odia y no quiero que eso pase con las demás en esta casa.

-¿Que cenaremos?.- Pregunté al colocarme mis zapatos para salir.

-Pizza, creo que es una situación especial hoy. Ya mañana empezaremos las clases nuevamente, hay que despedir las vacaciones.- Respondió un tanto animada KinGi, y mis nervios ya estaban en otro nivel, esta vez sí había sobrepasado mi miedo habitual.

Lo único que podría calmarme sería Tae, así que sin dudarlo salí rápidamente de ahí en dirección a la tienda. Ya tenía este camino grabado en mi memoria, todos los días aproximadamente a esta hora iba con el y olvidaba mis nervios.

-¡Hola tipo de la tienda!.- Saludé apenas entre, Tae como siempre estaba con su juego de guerra.

-¡Hola empleada frecuente!.- Soltó su teléfono y saludo con toda la dulcura y ternura que el únicamente podría tener.

Me reí un poco y empezé a buscar las cosas de la lista, era lo de siempre pero en raciones más grandes, serían más bolsas que cargar.

-Listo.- Avisé, cuando Tae empezó a pasar las cosas por la caja.

-¿Que tienes para contar hoy Han?.-

-¡Malas noticias!.- Contesté un poco frustrada, el solo se burló de mí, ya que mis "malas noticias" no eran tan terribles y solía exagerar, pero estas verdaderamente lo eran.- Esto si es serio.- Gruñi.

-¿Esos tipos y la chica volvieron?.- Ahora su tono había cambiado, si, le conté a Tae lo ocurrido aquella noche y el se mostró bastante preocupado. Por alguna razón nunca le di el nombre de Ley y tampoco ningún detalle sobre los dos tipos.

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