Capítulo 1: Ecos del Pasado

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Parte 2

"Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco o los locos son los demás"
-. Albert Einstein.

Debo admitirlo estaba nervioso, hacía ya mucho tiempo que no convivía con el mundo, pero la situación me obligaba a enfrentarlo. Mares de personas caminando en diversas direcciones, los edificios que se elevaban alrededor, el enorme suelo de concreto; aunque en realidad creo que mi mente estaba jugando en mi contra, me hacía percibir de manera errónea mi entorno y hacía que todo luciera amenazante.

Estaba próximo a llegar a mi destino, durante todo el trayecto me había mantenido muy retraído evitando a toda costa el contacto físico o visual con las demás personas; me aterraba y de igual forma de asqueaba ver a los caminantes a los ojos, veía en ellos desprecio y falsedad, esperando en algún momento apuñalar al que tienen al lado. Me sentía ajeno a este mundo, a las personas, a todo en general... no sabía a donde pertenecía realmente.

Al fin había llegado a mi destino, una pequeña tienda la cual no era muy concurrida. La misma se encontraba relativamente lejos de mi apartamento, pero en ella se encontraba todo lo necesario, además que podía evitarme el molesto contacto con muchas personas, o el hecho de hacer largas y extenuantes filas. Solo había un pequeño problema en el lugar: la mujer que atendía la caja registradora; no conocía su nombre, pero lo que sabía de ella era más que suficiente es una mujer sumamente escandalosa, cada que me acercaba a ella no paraba de parlotear, hablaba y hablaba sin descanso alguno. Si el lugar no fuese tan poco concurrido buscaría otro lugar para abastecerme, pero prefería lidiar con una solo persona que con muchas.

-. Tomare todo lo que necesite y terminare rápido con esto.- Pensé

Al terminar de hacer todo mi recorrido y tomar las cosas que necesitaba, las cuales no eran la gran cosa, me dirigí a cancelar la cual quizá sería la parte más incómoda para mí de este viaje, tener que fingir estar cómodo con una conversación que no me interesa es difícil.- Es hora.- Suspire.

Me acerque rápidamente a la caja registradora para simular que estaba realmente precisado para así salir de ahí los más rápido posible y evitar a toda costa una larga "conversión", pero algo estaba diferente el aura que ella producía era distinta, había algo diferente en ella.

-.Buenas tardes.- Dijo ella con un tono de melancolía
-.Hola.- Respondí en vos baja
-.Es todo, ¿cierto?- Pregunto casi como si las voz se le fuera a quebrar en cualquier segundo, mientas yo solo asentía con la cabeza y pague la cantidad que la máquina mostraba.

Ella se encuentra extraña, como si la chispa de vida se hubiera apagado y toda su alegría se hubiera disipado y su cara solo expresa tristeza y amargura. Realmente algo en mí se removió, algo que quizá no había sentido en mucho tiempo compasión.

El caminado de regreso a lo que puede llamarse mi hogar, pensaba en la extraña actitud que ella había tenido, ya que nunca se comportaba así; siempre era tan energética, aunque eso me causaba desagrado ella siempre fue tan animada y extrovertida.- ¿Tendrá algún problema, le habrá sucedido algo? – Pensaba. Pero aunque así fuese que puedo hacer yo, nunca he sido bueno ayudando a alguien más, nunca he podido salvar a alguien.

Para un momento y miro el cielo.- La noche esta por caer.- Dije al aire.

Me encanta el anochecer, me provoca un sentido extraño me recuerda que no importa cuanta luz haya, la oscuridad absorberá todo a su paso y sumergirá todo en tinieblas sus profundas tinieblas.

...

Ya había llegado a mi apartamento, fue una larga caminata. Únicamente puse las compras en sus respectivos puestos y me tire sobre mi cama, el cansancio mental al haber salido al exterior había quitado el hambre de mi sistema, ahora lo único que necesitaba era dormir un largo rato.

¿Qué es este lugar? ¿Dónde me encuentro?- Dije con vos temblorosa.- No, no, no otra vez no por favor.


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Hola a todos espero que estén disfrutando mucho de esta historia, si tienen alguna recomendación acerca de como quieren que avance la historia o alguna idea pueden dejar su comentario con gusto los leeré.

Quiero agradecer a todos los que esta siguiendo esta historia y a los que la seguirán.

Por ultimo quiero hacer un agradecimiento especial a tres personas que me han brindado mucho apoyo desde el comienzo, ellos son tres grandes amigos: Yeimy Howard, Aryany Castellon y Erick Pineda, sin su apoyo no sería capaz de esto.

Les mando un abrazo, los quiero.

-.Daniel J. Fajardo

Autor Desconocido (Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora