Estaba en mi septimo mes de embarazo y con un divorcio en mis costillas. Juan se había enterado de mi embarazo y le había confesado quien era el padre. Alejandro.
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Preferi decirle la verdad antes de que las cosas empeoraran para los dos. No era capaz de seguir negandolo por más tiempo.
Estaba en proceso de mudarme a otra cuidad y comenzar de nuevo mi nueva vida como papel de madre. Juan en el divorcio me había dejado una suma de dinero como regalo de bienvenida a la libertad. Mi pequeña Victoria Amélie nacera para febrero de este año.
Había renunciado a mi trabajo en la escuela y buscado otro para cuando diera a luz comenzar a trabajar después de los tres meses de maternidad. A esta fecha mi vida podia decirse que era un completo caos.
Hoy celebraba el baby shower de mi pequeña y mi despedida del trabajo junto a mis compañeras.
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El motivo que había elegido para mi baby shower eran las mariposas por su belleza y fragilidad. Tambien por estar en un momento de mi vida en el cual saldría de mi crisalida a explorar otra cuidad, ser madre y tener un nuevo empleo.
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Había invitado a Alejandro al baby shower para despedirme de él por última vez. Y él apareció. Estaba cambiado al hombre que recordaba en mi memoria será quizás por el tiempo de no verlo. Llevaba puesta una camisa blanca y unos pantalones negros ajustados. Estaba marcado su cuerpo y en sus manos traía un sobre blanco que me lo entrego en las manos. Con voz calmada acercandose a ella Alejandro dijo:
- abrelo- ordeno Ale a Ágata- Ella lo abre y se queda en silencio leyendo el documento.
- te divorciaste- dijo Ágata a Ale-
Él la miro y dijo
- Si lo hice por ti, porque te amo y no quiero perderte Ágata- dijo Ale a Ágata. En estos meses me di cuenta que actue como un completo idiota. Solo pensé en mi y no en todo lo que pasarías al tomar la decisión de tener a este bebe. Te deje sola en esto y no tengo cara para pararme frente a ti, pero aun asi quiero que sepas que te amo, te necesito y quiero estar contigo no como amantes si no como mi esposa. Ágata quieres casarte conmigo- dijo Ale arrodillandose frente a Ágata y todas sus compañeras se voltearon y gritaron para donde estaban ellos dos.
Ella se quedo tiesa sin saber que responderle no podía creer que un mujeriego, apuesto y maldito le estaba pidiendo que se casara con ella renunciando a todo. Hasta que hablo.
- Yo estoy recien divorciada de mi ex esposo y tendré una hija el próximo mes aun así quieres estar conmigo Ale- dijo Ágata. De verdad renunciarías a todo por mi- añadió.
