capítulo 1

2K 164 5
                                    

La familia Furihata es una de las familias más ricas que hay en Japón, siempre teniendo la cabeza en alto y se ha mantenido limpia, bueno así fue hasta que su hijo menor fue secuestrado y violado. Aunque se divulgó la noticia por todos lados, la familia se encargó de decir que solo es un rumor para no arruinar su limpia reputación y herirles el orgullo, el resto no lo creyó así que simplemente dijeron que fue asaltado por eso la razón de sus golpes y una larga desaparición.

—¡Daisuke nuestro hijo estuvo en peligro! ¡No puede andar libre por ahí sin seguridad!

—Kana, Kouki se volvió la desgracia de esta familia. Los Kuroko, Kagami y Kise comenzaron a divulgar cosas, eso nos afectará en los negocios.

—¡Justo por eso! Debemos evitar que vuelva a ocurrir.

El castaño escucha la conversación de sus padres, nuevamente las lágrimas salían por cuenta propia. Por su culpa se irían a la ruina, por ser tan débil e inútil que ni siquiera pudo hacer algo para defenderse.

—¿Cuánto más piensas seguir ahí, Kouki? —escucha la voz de su padre desde el otro lado de la puerta, había escuchado sus sollozos, limpió las lágrimas bruscamente y entró a la oficina de su padre —¿Estás de acuerdo con lo que dice tu madre?

—Kouki sabes que quiero... —ni bien terminó cuando su hijo respondió

—Si.

—Muy bien. Mañana estará él aquí y así al fin podrás ir a la preparatoria, no quiero que tus calificaciones bajen y traigas contigo más decepciones a esta casa. Puedes irte a tu habitación.

—Que tengan buena tarde, madre y padre —hizo una reverencia y se marchó, aún en el pasillo podía escuchar la discusión de sus padres.

Sí, se había vuelto la decepción de la casa y la familia Furihata.

[...]

Kouki despertó como los últimos días, por una pesadilla. Su cuerpo empapado en sudor, la ropa se le pega al cuerpo, la sensación tan pegajosa y asquerosa le hace levantarse de la cama e ir a darse un baño. De nuevo se sentía tan asqueado de sí mismo, recordando aquellos fluidos en su cuerpo y se sentía mareado al tener esas risas en su cabeza, todo eso lo recuerda tan claramente que siente estar en ese horrible lugar de nuevo, y como si intentara dejar que la ducha se lleve todo eso en el agua. Talla fuertemente su piel con la esponja hasta que toma un color rojo para dejar de sentirte sucio, ya no quiere sentirse así. Se secó con la suave toalla pero la piel no lo pudo percibir así, todavía le arde. Se puso su uniforme, mirándose al espejo como lo hace, con asco. Se mira al espejo sintiendo asco, decepción y vergüenza. A pesar de que habían pasado ya dos meses de lo ocurrido, y tener sus terapias, Kouki no se ha sentido como si fuera a poder soltar esa horripilante experiencia, no puede simplemente dejar de sentir que su cuerpo sigue siendo maltratado como aquellos tortuosos días.


—Hey Kou —a través del gran espejo pudo ver la cabeza de su hermano mayor asomándose por la puerta —, papá te está esperando en la sala.

—Ya voy —dijo con una voz tan baja y apagada.

Tomó su mochila colgandola sobre un solo hombro, una vez más se miró al espejo con horror y se marchó.

Al llegar a la sala pudo ver a sus padres junto a su hermano mayor hablando con un hombre pelirrojo.

—Confiamos en ti, Akashi-kun —dice la mujer azabache sonriendo.

—Buenos días —saluda Kouki con timidez manteniendo la mirada baja y acercándose con miedo.

—Alza tu mirada —le ordenó su padre, el hijo obedeció —. Kouki, él es tu guardaespaldas.

—Es un gusto conocerlo, Kouki-sama —hizo una reverencia —. Me presento, Soy Akashi Seijuuro y protegeré de usted todo el tiempo.

—¿Me protegeras? —lo miró con el entrecejo fruncido —¿incluso si mi vida está en peligro?

—Aunque tenga que dar mi vida, Kouki-sama —le sonrió antes de hacer una reverencia.

Kouko quedó impresionado ante tal hermosa sonrisa, tan verdadera y sincera, incluso un poco cálida a su parecer.

Aunque Tenga que Dar Mi Vida [AkaFuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora