El fin de semana me daba tiempo para calcular mi próximo movimiento. Fijación y acción, ese era el plan. Uno que se pulverizó cuando papá se sentó a mi lado en la grama del patio.
— ¿Qué piensas, Gab?
Sonreí con desgana, reprimiendo la verdad. Mamá y los chicos habían ido de compras al súper, por lo que pasar tiempo de calidad padre e hija no era una idea tan mala. A fin de cuentas era mi pilar, papá era todo lo que podía admirar y respetar en un adulto.
—Es la escuela, tengo mucha tarea —mentí saboreando la acidez de las palabras. Estrechó sus ojos, no muy convencido.
—Te conozco, hija. No soy idiota, ¿Es por tu madre verdad?
Suspiré, cansada de fingir.
—Sí, de hecho sí —admití con pesar, rascando mi nuca. Miró al firmamento y luego a mí, abriendo sus brazos. Reconfortándome en ellos.
—Cuéntale a papi lo que pasa —murmuró conciliador. Se sentía bien, mi padre era quizá lo único que contenía paz en casa. Sollocé angustiada.
—Todo está de cabeza, papá —soné mi nariz—. Mamá me odia, ya no tengo a mi amiga, Alex también está en mi contra. ¿Qué todos los que amo deben detestarme?
—Las personas que amamos son las únicas que pueden lastimarnos, Gabrielle. Algo me dice que no esa no es la mayor causa. ¿Los Amat?
Me alarmé, conteniendo mi estremecer.
— ¿Qué hay con ellos?
Sus ojos negros brillaron por un recuerdo.
—Conoces a Bret, lo sé. Y a Elle, Thane, Veronika y Trish.
Gruñí, apartándome para mirarlo a la cara desafiante. Después de todo, si me ocultaba algo.
— ¿Qué pasó en el pasado con ellos? ¿Por qué mamá los desprecia?
Bajó su rostro avergonzado. Su expresión viajó a un sinfín de sentimientos, haciendo su última parada en la neutralidad.
—Todos teníamos tú edad, los dieciséis son la época de gozar de las sensaciones. Así fue —recordó melancólico—. Thane y tu madre eran novios desde hacía un par de años, Elle y yo éramos mejores amigos, los nuevos de la ciudad en aquel entonces. Como sabes, veníamos de Arizona, donde crecimos juntos y consolidamos una amistad que ha desafiado al tiempo. Todos formamos un grupo, muy querido por cierto. Pero...
— ¿Pero qué? —apremié con sutileza, tomando su brazo. Soltó un leve suspiro.
—Con el tiempo, Thane y Elle estaban más juntos cada vez. Se habían enamorado y decidieron hablarlo con tu madre; mala decisión... Les juró venganza, que hasta el sol de hoy anhela ser cumplida. Yo consolé a Esmeralda durante el tiempo que le precedió a la ruptura, intentando al mismo tiempo hacerle entrar en razón con respecto a perdonar y olvidar a Elle y Thane, jamás lo conseguí. El amor entre mejores amigos nació entre nosotros, y gracias a ello aquí estás. Cuando Thane y Elle contrajeron matrimonio años más tarde, se mudaron a Seattle, donde los visitaba frecuentemente, conocí a sus hijos y nos llevamos estupendamente.
Procesé toda la información, mis labios se secaron. ¿Qué hacía mi padre junto a alguien como mi madre, dadas las circunstancias?
—Él no tiene la culpa de que la vida no haya sido justa con ella. ¡Y te tiene a ti! ¿Por qué ahora?
Reparé en lo que había dicho, arrepintiéndome y regañando a mi lengua larga. Papá me dirigió una mirada de reconocimiento.
—Te agrada... Es un buen chico, está aprobado —rió, comprimiendo todo su rostro—. Quién lo diría, el pequeño y revoltoso Bret ya creció.
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El Hilo Irrompible © ~EDITANDO~
FantasyPortada by. @Mayra_Tegue @CreaturesForest Ella tenía todo lo que quería, ¿eso existía realmente? Pronto los sucesos en su pueblo dan un giro abismal y descubre que había estado viviendo una farsa, rodeada de muchos secretos guardados por las persona...