Ángeles Caídos© [PAUSADA]

Capítulo III.I: Ideas (Mini capítulo)

-¡¿Dónde estoy?! -gritó desesperadamente Saranisad.

-¡En tu nuevo hogar! -exclamó con alegría una seductora voz masculina.

Sara quedó desconcertada unos minutos, tenía que recordar todo lo sucedido, estaba confusa.

«Mierda» se dijo así misma.

-¡Este no es mi hogar!.

-Ahora lo es Sara -dijo de nuevo la voz, quien se acercó un poco más, mostrando su horrenda cara-. Y serás la reina de esta miseria.

Frunció el ceño.

-¿Despertó Gaspard? -era la voz del rey.

-Sí mi señor -el demonio se arrodilló ante la presencia del gran dios.

-Hola cariño -se escucharon las rejas abrirse «¿Siempre estuve encerrada?». Seguía con su ceja arqueada.

-¡Cállate! -maldijo sin pensarlo dos veces y se acercó amenazante, estaba a punto de darle un gran merecido al mismísimo Diablo, sin embargo, unas cadenas la tenían clavada a aquel hoyo.

-Aún no comprendes ¿Verdad? -sus ojos demoníacos se hacían notar en la oscuridad -.Hoy te casaras conmigo, ahora vives en el infierno, tu me vendiste tu alma y yo te di lo que querías, juventud "eterna" ¿No?. Asintió la mujer caucásica.

»Está es la paga Sara, ahora eres mía y tu alma también, sufriras tanto que desearas morir, pero estas muerta -sonrió -Allá arriba -señaló el techo - Vendrá la gran guerra, espero que tu nieta y bisnieto estén listo para pelear, porqué tiene sangre demoníaca al igual que tú.

»Eso significa... -se le había ocurrido una estupenda idea -¡Que al tener sangre demoníaca! ¡Lo podría tentar y así ser una gran familia!.

Dio una fuerte risa con una voz grave.

-¡Rubén nunca caería ante ti! -guardó silencio, bajo la mirada -. Ese chico... nunca se dejaría cómo yo.

Satanás se volteó -¡Claro que lo hará!- sonrió mientras Sara intentaba sacarse de las cadenas -. ¡Gaspard! Cierra la reja por favor.

«Estoy segura que mi nieta le enseñó muy bien a ese chiquillo, sé que nunca caería ante las irrelevancias que le intentará dar ese maldito» pensó con orgullo.

Bajo la cabeza mientras escuchaba el sonido de la puerta metálica cerrarse con fuerza.

-¡Nos vemos en la gran cena! -argumentó desde lejos el señor de las tinieblas...