Empieza un sueño - WARMI

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Narra Mimi:

Saludo a Miriam y Aitana que esperan al otro lado de la puerta. La verdad es que me hace ilusión estar todos juntos por primera vez, tengo la sensación de que esto puede ser el principio de algo bonito.

Mimi: Pasad, estáis en vuestra casa – les digo haciéndome a un lado para dejarlas entrar.

Ambas me saludan con una sonrisa y Miriam me da dos besos cuando pasa por mi lado. Las sigo hasta el salón, donde están Luis, Roi, Ricky y Ana y hago las presentaciones oportunas. Me parece ver que a Luis le han llamado la atención las chicas, aunque no sabría decir cual de las dos más. Por parte de Roi y Ricky, a uno no le conozco suficiente para leer su reacción y el otro ya las conocía.

Un sentimiento que no se muy bien describir se apodera de mi cuando veo que Aitana se siente al lado de Ana, justo donde antes estaba yo. A Miriam, en cambio, Luis y Roi le hacen un hueco entre ellos, creo que la amiga va a tener trabajo con estos dos moscones esta noche. Me quedo mirando la distribución, para decidir donde me siento, pero antes de que lo haga, Ricky me habla.

Ri: Ahora que estamos ya todos, podemos empezar con el vino, ¿no? – dice mirando un poco alrededor, pero más a mi.

Mimi: Por mi si. – los demás asienten con la cabeza y yo voy hacia la cocina para coger el vino y las copas. – Alguien podría ayudarme a sacar aunque sea las copas – les grito de espaldas a la puerta.

An: Si te sirvo yo, a eso venía – su voz viene de más cerca de lo que esperaba y no puedo evitar dar un salto. Ella se ríe ante mi reacción y yo me derrito por completo. Por Dios Mimi, que duro va a ser esto.

M: Claro que me sirves, si estás tú no necesito a nadie más – Enserio le acabo de decir eso? Estas locas? Madre mía... Siento como se sonroja, pero no aparta la mirada de mi.

An: Soy un poco torpe, pero supongo que es cuestión de práctica – me responde quitándome las copas de la mano y yo me quedo petrificada con su respuesta. Esto si que no me lo esperaba, pero si quiere jugar, vamos a jugar ambas...

Llego al salón con la botella de vino y veo que ya están todos con el vaso en la mano, esperándome.

L: Dios Mimi, las he visto de más rápidas.

Mimi: Y yo los he visto de más colaboradores, que también es tu casa ¡eh! – le digo riendo.

Ri: Bueno, pero ha ido Ana a ayudarte, no necesitabas más, ¿no? – dice copiando mi frase anterior y siento como me suben los colores. Ana también se ha sonrojado ligeramente y yo tengo ganas de matar a Ricky.

Mir: Venga, siéntate ya, que a estas edades ya no vas a crecer más amiga.

Al ir a sentarme me doy cuenta de la distribución en la que están sentados, Ricky está al lado de Luis, seguido de Miriam, luego Roi, Aitana y Ana. De la manera que están ahora mismo, yo no entro en ningún sitio.

Mimi: ¿Y alguien me explica dónde me siento? Habéis sido todos muy considerados – digo haciéndome la ofendida.

Veo como Ricky y Luis se abren, para hacerme hueco entre ellos, pero antes de que les de tiempo a decirme nada, es Ana quien habla.

A: Puedes sentarte aquí si quieres – dice señalándome un hueco en el suelo a su lado, entre ella y el sillón donde estaba Ricky. Yo le sonrío y sin pensarlo dos veces voy donde me está señalando. Al mismísimo infierno iría si me lo señalara ella.