|Capitulo 16|

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MARATÓN PARTE 2/X

NARRADOR OMNISCIENTE.

Y así comenzó su relación prohibida e idílica.

Para Matteo, era un respiro de aire fresco. Algo que lo hacía sentirse nuevo, renovado, algo que hacia que se levantara de la cama cada dia esperando el momento de volver a verla. Simplemente una mujer como Luna no era lo que esperaba en su vida, era fresca y alegre, pero le encantaba su forma de ser.

Para Luna era una fuente de inspiración. Era algo diferente, excitante, aunque por otro lado a veces la hacía sentirse un poco mal que su relación fuera secreta, eso mismo le daba un sabor único a lo que compartían.

Pero sabia que tenia que irse con cuidado si no quería terminar sufriendo. Todos los días el primer pensamiento que cruzaba por su cabeza era Matteo, al igual que lo era el último. Sin embargo, le encantaba sacar sus pinceles y comenzar a pintar inspirada en Matteo.

Para Sol todo este asunto de actuar de celestina era una botana, le divertía ser la cómplice de los amantes, pero andaba con cautela, pues sabía que si Gastón llegaba a darse cuenta de que se lo habia estado ocultando las cosas iban a terminar feas.

Para Gastón las cosas estaban de lo más extrañas. Leon todo el dia interrogando a la secretaría de Matteo. Sol pasaba más tiempo en esa oficina que cuando trabajaba ahí. Matteo había bajado un poco en su nivel de trabajo, pero lo veía tan contento que no se atrevía a reclamarle algo.

Pero en definitiva el que más estaba sufriendo en todo eso era Leon, pues a pesar de que estaba al pendiente de la oficina esperando el momento de que Luna apareciera por la puerta. Solo sabia eso de ella, que su nombre era Luna, se lo logro sacar a la secretaria de Matteo y eso por una simple equivocación de ella. Pero no pensaba rendirse, esa mujer le gustaba e iba a conseguirla, si nadie queria ayudarlo no importaba, el solo podría lograr que Luna se fijará en el.

O eso es lo que él pensaba.

Eran cerca de las ocho de la noche cuando Gastón, Matteo y León por fin abandonaron la sala de juntas. Después de haber estado discutiendo durante dos horas con su nuevo cliente los tres se sentían agotados.

Habían pasado una hora encerrados asegurando al señor que lo mejor para él era esperar y poder comprobar la infidelidad de su esposa, que eso le otorga cierta ventaja.

Y la otra hora la había pasado respondiendo sus dudas. Al final, habían acordado que empezarían a buscar pruebas cuanto antes, y que los tres se harían cargo de su caso. Después de asegurarles unas diez veces por fin la reunión se había terminado.

- Dios, un minuto más en ese salen e iba a terminar ahorcando al tipo-Dijo León-creo que todavia me faltan vacaciones.

- Demasiado tarde-Apuntó Gastón-Ya te has comprometido y no puedes dejar esto a medias

- Ya se, pero este hombre es estresante. ¿No les parece que necesitamos ir a un bar a descargar las tensiones?-Preguntó con sonrisa cómplice.

- Lo siento, Leon, no puedo. Esta noche tengo una cena con los padres de Sol, son mis futuros suegros, no puedo faltar.

- Esa es justo la razón por la que no me amarró a una sola mujer. ¿Qué me dices tu Matteo? ¿Vamos?

-Mmm... No puedo tampoco. Estoy... ocupado, tengo que encontrarme con alguien.

-¿Es esa mujer, verdad?-Preguntó Gastón-¿a por fin nos vas a decir quien es?

- Que importa quien es - lo interrumpio Leon-Mira, Matteo, si quieres encontrarte con ella, llamala, llamas a la Luna rubia y los cuatro nos vamos a un bar por ahi ¿Que te parece?

-Buen intento, León, pero no vas a saber nada de ella por mis labios. Mejor vete a tu casa a darte una buena ducha de agua helada-Miro el reloj-Yo me tengo que ir porque se me hace tarde.

Se despidió de sus amigos-Por cierto, Matteo-Le dijo Gastón-Mañana voy a ir a ver la hacienda donde se va a celebrar la boda, así que no voy a ir al GYM por si te quieres quedar toda la mañana con tu misteriosa mujer.

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9:30 pm.

El timbre sonó. Luna miró la puerta de su estudio y frunció el ceño. No habia algo mas molesto que alguien llegara a interrumpirla mientras pintaba, y en ese momento la estaban interrumpiendo. Decidió esperar un rato para que quien fuera que estaba tocando se fuera y ella pudiera seguir sin interrupciones.

No obstante, el timbre sonó una, dos, tres veces mas. Con un suspiro de frustración se dirigio a la puerta, dispuesta cortarle el cuello a cualquiera que no tuviera un buen pretexto para interrumpirla.

Abrió la puerta de golpe, y se encontró con Matteo. Quien parpadeo un par de veces al verla, y enseguida se empezó a reír. Una risa que Luna considero de lo más sensual y sexy.

-¿De que te ríes?-Dijo de pronto con una sonrisa en los labios.

-Te ves tan adorable con esa cara de enojada y la cara llena de pintura. Eres como una niña chiquita-Dicho esto le dio un beso en la frente-Compre comida china, camino a aqui, asi que si me invitas a pasar, podremos comer y hablar.

- Claro, pasa - dijo haciéndose a un lado-Esperame un segundito, voy a... buscar algo.

Cuando Luna se miró al espejo se dio cuenta de que Matteo tenía razón. Tenía la cara llena de pintura, de todos colores, por todas partes. Pero no solo eso, tenia el cabello hecho un desastre, después vio la ropa que traía puesta.

Más rápido de lo que canta un gallo, Luna bajaba la escalera para encontrarse con Matteo, con el cabello arreglado, se había limpiado la cara y se había cambiado de ropa. Pero cuando Matteo la vio, volvió a reírse.

-No tienes que cambiarte de ropa por mi-Se acerco a ella y le dio un beso en la frente de nuevo- Me gustas con lo que tengas puesto.

Y para demostrarlo, le dio un apasionado beso, rodeándola con los brazos y pegando contra el.

-Tengo una sorpresa para ti-Le dijo en un susurro y volvió a besarla.

¿QUE SERA?

Seduciendo A Un Caballero |ADAPTADA| (LUTTEO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora