Seduciendo A Un Caballero |ADAPTADA| (LUTTEO)

|Capitulo 19|

·MARATÓN PARTE 5/X·

NARRADOR OMNISCIENTE.

Matteo no tardó ni dos segundos en acceder a la propuesta de Luna de seguir adelante con el viaje, metió las maletas en la cajuela del coche y enseguida salieron rumbo a Cuernavaca.

Pero durante el trayecto, en la carretera, Matteo miraba de reojo a Luna de cuando en cuando. Se había mostrado dispuesta a seguir el viaje, pero no había dicho ni una sola palabra desde que habían salido.

-¿Segura que estas bien? - preguntó Matteo mirando fijamente la carretera.

Luna se volvió para mirarlo y él también la miro. 

-Si, estoy bien. No te preocupes.

Bueno, en una carretera, en un carro que iba a 100 km/hrs, Luna no iba a poder evitar que hablara con el. 

-¿Y porque estas tan callada?

-¿De que quieres hablar?-Sabi a que se refería, pero no quería tocar el tema de Marcos.

-De ti, quiero que hablemos de ti, Luna.

-¿De mi? ¿Pero por qué de mi? Podemos hablar del clima... del paisaje... - intentó desviar el tema

-¿Que te dijo el tal Marcos- decidió que lo mejor era ir directo al grano, y la miro.

-¿Marcos? Nada... deberías ver el camino en lugar de verme a mi, vamos a chocar.

-No te preocupes no va a pasar nada de eso y no te pareces nada a la Luna que conozco, dime que paso- Y miro de nuevo el camino.

Luna suspiro. 

-Es un hombre imbécil y prepotente. Llega a la casa como si nada hubiera pasado, como si debiera estar eternamente agradecida porque está mi lado-dijo cruzándose de brazos enfadada.

-¿Todavia lo quieres?-hacer esa pregunta le dolió un poco.

-No, claro que no- Pero la seguridad con la que Luna le contestó le hizo sentir un poco mejor-¿Por qué piensas eso-Preguntó Luna extrañada.

-No se... es que hablas como si te doliera mucho lo que te hizo.

-Me dolió lo que me hizo, Matteo, me mintió, me uso, se robo mis pinturas, claro que me dolió lo que me hizo. Pero lo que más me molesta es que el hombre ni siquiera tiene la decencia de pedir disculpas, regresa a mi vida como... como...-Estaba tan enfadada que no sabía cómo describir la situación.

-¿Ves? A eso es a lo que me refiero. Hablas como si no pudieras soportar lo que te hizo, como que lo esperabas de todo el mundo menos de el.

-Pues, era la última persona de quien me esperaba algo así. Estaba tan enojada conmigo misma cuando me di cuenta de la clase de persona que era, me sentí tan idiota.

-No digas eso-le dijo con mucha ternura-Porque no lo eres.

-Se robo mis pinturas, mi trabajo, mi esfuerzo. Y el lo sabe, sabía que era lo que yo más apreciaba en el mundo.

-¿Te hizo daño -preguntó él con cautela.

-Me dio en el orgullo, todavía me pregunto como no vi el ser mentiroso y despreciable que era.

-Entonces no te preocupes-dijo entrelazando sus dedos con los de Luna-Yo me voy a encargar de que ese tipo se arrepienta de haberse encontrado en tu camino. No voy a dejar que te vuelva a lastimar en algún sentido.

La amenaza hacia Marcos la hizo sonreír.

-¿Me defenderias de el?

-De él y de cualquiera que intentara lastimarte-le dijo volviendo a verla, pero esta vez con una sonrisa en sus labios. Y volvió la vista a la carretera.