Uzumaki Boruto, el joven que prometió tres cosas a quien creía que sería el amor de su vida, la persona con quien pasaría la eternidad. Grave error, nunca pensó en que su vida cambiaría y al realizar un viaje conocería una persona, una persona tan e...
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Aquel día en que aquella historia de amor comenzó fue la mejor para la vida de ambos. Cambiando el destino de ambos.
»Uzumaki Boruto, el momento en que la vida nos llevo a coincidir fue la mejor. Que ambos compartiéramos nuestros puntos de vista sin duda, quiero que esta historia la lean todos y se enteren del gran amor que nos teníamos.
Que incluso, cuando prometes con el corazón se cumplen. Cuando sueñas con fe y esperanza, también se pueden cumplir.
Nosotros fabricamos nuestra vida, buscamos las piezas ideales para que el resto sea perfecto.
Mi primera pieza fuiste tú, trayendo contigo mis padres, hermana, amigos y familia.
Construí junto a ti lo que por años anhelaba.«
La joven azabache dejo aquella pluma de tinta negra sobre la pequeña mesa de vidrio del jardín. Veía a el cielo esperando a que el tiempo pasara rápido.
Eran más o menos las cuatro de la tarde, escuchó la puerta de entrada. Se levantó y se acercó, pues sabía de quien se trataba.
—Hola. —sonríe de lado el Uzumaki.
—Hola, ¿Comerás?
—Claro, ¿Necesitas ayuda?
—No, claro que no. —caminó a la cocina.
—¿Estas segura?
—Muy... segura... —se agarro de la pared.
—¿Te pasa algo cariño?
—Simplemente me... ah... —soltó un quejido de dolor.
Aquel Oji-Azul se asusto un poco, para que después su querida esposa cayera desmayada.
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Caminaba de un lado al otro, sentía desesperación de que no le dijeran nada del estado de su esposa. Pues tenía ya unos días que no quería comer muy bien, y estaba más pálida de lo normal. ¿Una enfermedad pasajera?
—Ya quédate quieto, me estresas. —dijo recargada en la pared con los brazos cruzados.
—Estoy muy, muy nervioso.
—¿Enserio?, mira que no lo noté. —dijo sarcásticamente.
—Hm... Mitsuki controla a tu novia. —se giro a verlo.
—Hermano, deja de pelear con Sarada. —dijo tranquila.
—Ella empezó.
Cerró sus ojos —¿Quién empezó? —abrió sus ojos mostrando el sharingan.
Traga saliva. —Me alegro que (Tn) no tenga el sharingan.
—Pero puede despertarlo, después de todo su deseo fue ser una Uchiha al 100%. Si no, cuando tenga un hijo podrá poseerlo.
—Ya desactívalo. —decía asustado.
Pues era consiente de lo que su amiga era capaz de hacer, pues por algo era la Octava hokage.
—¡Uzumaki! —lo agarro del cuello.
—¡Sasuke, suéltalo!
—¡Papá!
—¡¿Sabes lo qué hiciste?! —activo el sharingan.
—¿Hice?, ¡¿Qué hice?! —decía asustado y sudando.
—¡Shannaroo! —alejó a Sasuke de Boruto.
—Gracias Sakura-San...
—¿Luego que seguirá Sasuke-Kun?, ¿golpear a Mitsuki?
—Si hace lo mismo, sí. —dijo normal.
—Boruto, ve a la habitación de (Tn). Es la número 24, piso 2.
—¿Todo esta bien? —dijo asustado.
—¡No! —dijo Sasuke.
—¡Sí! —dijo al unísono con Sasuke.
—Baka-Boruto —se giro a verla— Ve o de un solo golpe te mandaré yo. —dijo con el sharingan activo.
Sin pensarlo ni dudarlo salió corriendo de ahí en dirección a el lugar que decían.
Al llegar no entendía el porque, pero un miedo enorme lo inundo.
Abrió la puerta para encontrar a (Tn) con una hoja y una pluma.
—Hola cariño, ¿cómo estas?
—Muy bien, ten... lee esto.
Cerro la puerta para acercarse a ella, se detuvo frente a la cama de hospital y tomó aquella hoja entre sus manos.
»"Boruto:
Quiero que nuestra historia todo el mundo la conozca, por lo que gracias a que me has contado todos tus sentimientos pude realizar una historia en la que estás tú como protagonista principal.
La dedicatoria es para ti, por ser mi protagonista de mi historia favorita la cual llame "Meenamoréporaccidente"una historia donde aquel chico promete querer a su ex-novia sin pensar encontrar alguien en su camino; ¿conocida?
Agradezco este tiempo junto a ti, y se que llevamos 14 meses de casados... tengo una sorpresa...¡Viene un bebé!
Te amo"«
Se giro a verla para sonreír de lado, y abrazarla. Susurrando repetidas veces "Te amo", "Soy feliz"
En una historia no hay mejor final, que un final abierto. Lo cual quiere decir que el resto quedará a la imaginación de quien lea mi historia.
