¡Omma! ¦ KookMin

Cuatro

Otro día que se fue sin dejar ninguna rastro en la casa. Capaz ya se había aburrido de mi o tal vez salía a pasear  y perder tiempo—¿Dónde te irás JungKook?...—.

Ya era el tercer día en el que se marchaba, el bebé no me dejaba ni siquiera cocinar. El celular de JungKook tenía contraseña nunca me he tomado el trabajo de revisar sus cosas pero ahora lo necesitaba más que nunca, la curiosidad me mataba.

El estaba en todo su derecho de amar pero necesitaba que me dijera: "Hey JiMin quiero divorciarme ya no te amo". Un pequeño nudo se hizo dentro mío al pensar aquello.

No y no.

Si tal vez era medio rebelde en decir que JungKook era nada más que un vago pero a si lo amaba. Era el padre de su futuro bebé, pero cualquiera puede hablar y no cumplir.

JungKook seguro se encubrió en pretextos como "Yo voy a trabajar para cuidar a nuestro hijo". Apenas escucho la palabra hijo y ya anda huyendo de la responsabilidad seguro ya anda sospechando.

Está bien entiendo, mi cuerpo no será el mismo voy a cambiar mi físico solo por un bebé. Seguro mi cambio es una hermosa mujer rubia con un buen cuerpo definido.

La pequeña vibración de su celular hizo que saliera de su pequeño trance de pensamientos sobre su pareja.

DongHan:
¡Hey! ¿Quieres salir?

Una sonrisa se creó en su rostro, era re lindo aquel muchacho de veinte años. Era interesante y tenía un buen gusto por la arte.

¡No! ¿Que estás pensando JiMin?.
Estás casado y con un hijo en camino.
Apagó rápido el aparato para cocinar algo rápidamente y salir un rato a tomar aire fresco.

• • •

Mi nuevo trabajo estaba rodeado de gente importante jefes de empresas muy conocidas en Corea. Mis manos estaban cansadas de mover en círculos aquella sopa, me daban ganas de salir y disfrutar de una linda velada con JiMin.

—¡Vamos JungKook que andas esperando!—grito Soomin desde el otro lado.—Al jefe no le gustaría ver cómo te tardas.

Faltaba treinta minutos para que aquella sopa estuviera lista, aún faltaba servir seis platos con delicadeza y saldría de aquí con mi primer pago. Una vez que termine de preparar todo y entregar al mesero que igual que yo se encontraba nervioso.

—Por fin—con una servilleta seco su sudor de la frente.

—JungKook el jefe quiere verte—dijo Soomin volviendo a la cocina—Parece que alguien tendrá buenas noticias.

—¡Ya voy!—con una sonrisa salió corriendo de la cocina hasta su jefe que estaba sentado en su oficina contando de nuevo el primer sueldo del principiante.—¡Jefe! ¿Me llamo?—.

—Ven JungKook siéntate—se sentó rápidamente.—Debes estar muy emocionada. Recibí varias felicitaciones sobre tus comidas y quiero darte lo que mereces, sé que tienes tres días pero en serio has logrado mucho.—entrego el grueso sueldo.

—¡Gracias!—JungKook lo recibió con una sonrisa tan grande. Se sentía tan contento por que al fin podría llevar a JiMin a caminar por ahí al menos para tomar helado en alguna tienda.

Salió y dejó la bata de cocina. Su turno había terminado levantó su celular y llaves, guardo bien su sueldo en su chaqueta y corrió hasta su hogar.—¡JiMin mira!—entro y se encontró con nadie en la sala.

—¿JiMin? ¿Bebé? ¿Dónde estás?—fue de cuarto en cuarto, entro al baño. No había señal de su esposo en ningún lado, se sentía apenado por que no podría mostrarle lo tanto que ha trabajado en estos días por el.

Se fue triste hasta su habitación entrando al baño y salir por un cambio de ropa más cómodo para estar en casa. Su esposo seguro había salido a comprar cosas para el hogar.

—Minie te mostraré lo duro que voy a trabajar y compraré todas esas cosas que antes no habíamos tenido oportunidad—hablo a una fotografía de el y JiMin en una fiesta.—Ya no conocerás a aquel vago que no sabía hacer nada cariño.

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