¡Omma! ¦ KookMin

Diesisiete

Había pasado una semana desde la ocurrido salí del hospital y me fui directo a la casa de mis padres junto con mi pequeño. JungKook no se apareció por ningún lado, capaz el ya me había dejado definitivamente, seguro pronto me llegaría el papel del divorcio.

—¿Cariño te encuentras bien?—aparecio mi madre por la puerta—Te noto pensativo desde que viniste del hospital. ¿No te sientes feliz con JungMin?—.

—Madre no digas eso. Yo amo mucho a mi hijo, pero el vacío que siento dentro mío desde que se fue JungKook, no me deja pensar con claridad. Lo extraño madre—el nudo de mi garganta hacia liberar pequeñas lágrimas.

—El te ama cielo. Y seguro necesita aclararse algunas cosas, si te ama en verdad volverá. No importa si tarda cinco años o seis, va a volver.—me dió un beso en la frente para luego retirarse. Pero si el tardaba años en volver dudo mucho que lo amara de nuevo.

Me acomode en mi cama el clima estaba fresco y llovía. Mi pequeño estaba todo abrigado para no enfermarse, sus ojos me recordaban a los de JungKook al igual que su pelo liso. El era tan perfecto. Me sentía un niño pequeño estando con mis padres, sabía muy bien que mi papá no estaba tan encantado con la idea que viniera a quedarme aquí.

Todos hablarían mal de el. Mi padre siempre se ha fijado en los pensamientos que tuvieran los demás, seguro todos estaban hablando de que a su hijo lo habían dejado con un bebé. Pero yo ya era grande, tendría que retomar mi trabajo y dejar a mi pequeño en una guardería.

—Que difícil es ser adulto.—solté mientras miraba el techo. Si aún estuviera con JungKook me preguntó que estaríamos haciendo. ¿Viendo películas o dando cariño a JungMin?.

—JiMin ven a comer.—escuche decir a mi padre desde el otro lado de la puerta. Tenía vergüenza de verme en esta condición.

—Ya voy padre.—deje a mi hijo rodeado de almohadas para que no le ocurriera nada. Me levanté aún en pijama y me fui hasta abajo. Mis padres ya estaban comiendo sin mi, me senté al lado de mi madre para comenzar hacer lo mismo.

—Te casarás de nuevo.—escuche decir a mi padre rápido, solté la cuchara y lo vi directo a los ojos.—Te vas a casar o si no te irás de la casa y buscarás a ese desgraciado que te dejo con un hijo.

—Ya soy un adulto y puedo hacer lo que quiera padre. No seguiré tus órdenes si quieres que me vaya solo me lo hubieras dicho o hasta podrías haberme dicho en el hospital que no querías que fuera a casa.—me levanté de la mesa y me fui sin comer hasta mi habitación. Lo único que pude escuchar fue a mi madre gritando a mi padre por su idea.

—Todo pueden irse a la mierda.—busque mi poca ropa y la ropa del bebé sobre la cama para empezar hacer la maleta que me había dado mi madre para venir a su casa. Estaba lloviendo con fuerza salir a esta hora le haría mal a mi bebé pero hasta que pasara se haría el día siguiente.

Me cambie de ropa, ordene mi cama y mi ropa en la maleta. Alce a mi pequeño entre tantas mantas para evitar que se enfermara y salí hasta abajo donde estaban mis padres discutiendo. Los mire sin ninguna expresión hasta dirigirme a la puerta de salida.

—¡Hijo mío no lo hagas!—mi madre me grito desde donde estaba.—Puedes quedarte no hagas caso a tu padre, vamos mi niño hermoso. Al menos hasta que el bebé este un poco más grande ahora hace frío y eso haría mal a JungMin.

—Pero si me quedo papá quedra buscarme marido para no pasar vergüenza de que su hijo es papá soltero.—mi padre no había salido de la sala en ningún momento solo escuchaba lo que decía desde su lugar.

—El no haría eso. Yo no sé lo permitiré esta es mi casa, tú eres nuestro hijo y ese pequeño nuestro nieto. A si como la mujer de la casa permito que se queden aquí hasta el tiempo que quieran.—solte la maleta y me fui hasta donde mi madre abrazándola hasta quedarse sin aire.—Ya JiMinnie te amo mucho mi pequeño niño sonriente—.

Hace mucho que no me llamaba a si, solo cuando era niño. Extrañaba mucho a mi madre y no me había dado cuenta.

—Gracias mamá. JungMin y yo te lo agradecemos—mi madre saco de mis brazos a mi hijo y lo acomodo entre los suyos para comenzar a mecerlo lentamente.—Se parece tanto a él.

—Si.—busque la maleta y me diriji nuevamente hasta mi habitación. Aquella habitación donde estuve desde que era bebé hasta ahora, donde tuve mi primera vez con JungKook.

Mientras pasaba nuevamente por la sala mi padre ya no estaba, seguro se había ido a su habitación a encerrarse. Nunca se le iría esa horrible costumbre. Llegué a mi cuarto y volví a guardar mis cosas, ordene de una mejor manera mi habitación siendo un poco más adecuada para el bebé. No sentí a mi hijo por un largo tiempo.

Cuando me dirigí hasta abajo estaba mi hijo entre los brazos de mi padre durmiendo. Miles de pensamientos se pasaron por mi mente todos negativos.

—Papá...—salio de sus pensamientos y me miró.

—Lo siento JiMin. No pensé que te lo tomarias a si pero quiero lo mejor para ti.—miro a JungMin para luego mirarme a mi nuevamente.

—Si quieres lo mejor para mi, tendrías que estar orgulloso por tener un hermoso nieto y no fijarte por lo que dicen los demás. Yo no soy soltero estoy casado aún con Jeon JungKook y yo sé que el volverá si no es hoy seguramente será mañana, pasado o cualquier otro día o año. Pero volverá por nosotros.—tome a JungMin entre mis brazos.

El señor Park no contestó nada y se fue hasta su habitación como si lo hubieran retado. JiMin libero la respiración que había estado conteniendo todo ese tiempo y cayó rendido al sofá.

—Te extraño.— cerro los ojos para luego caer dormido y sosteniendo con fuerza a JungMin.

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