¡Omma! ¦ KookMin

Once

Aquel restaurante JiMin lo conocía perfectamente pero no recordaba, en este lugar fue la primera cita con la que tuvo con DongHan pero solamente lo veía como un amigo. Muchas personas rodeaban a JungKook para conocer un poco de su gran éxito y su jefe sonreía con orgullo al hablar con otros de su altura.

Acaricie mi vientre más notable ahora que tengo mis cuatro meses va faltando menos, en un abrir y cerrar de ojos seguro ya le tendré en mis manos. Era ahora o nunca tendría que decirle a Donghan que estaba casado y tendría un bebé.

Cuando me llamo esta mañana fue para que salgamos hoy pero no podía le contesté. Mis primos estaban hablando de lo más normal con sus parejas mientras yo estaba sentado en un rinconcito mirando la ventana, hasta que vi pasar a Donghan con un chico de pelo anaranjado claro.

—¿Eh?—mire con confusión tal escena. Salí rápido del local para ver a dónde se dirigía con aquel muchacho, solo esperaba ver qué ninguno del local se haya dado cuenta de mi huida.

Vi como entraban al cine, ambos se veían felices muy felices. ¿Era el novio de DongHan? No creo, nunca me hablo que tuviera a alguien a su lado. Mis piernas comenzaron a temblar me fui rápido de ahí de nuevo al lugar donde se encontraban todos.

—¿JiMin donde estabas? ¿Por que te fuiste?—me pregunto preocupado JungKook cuando apenas entre por la puerta.

—Fui a tomar aire, me sentía muy asfixiado acá dentro—mire el suelo para volver a sentarme en mi lugar apartado de los demás. Como que ya se habían olvidado la razón de por que todos estaban acá.

Dos chicas me trajeron un licuado con medialunas y luego se sentaron frente a mí con una sonrisa para nada agradable.

—¿Señor Jeon?—me pregunto una.

—Bueno soy su esposo pero me llamo Park JiMin ¿Ustedes quiénes son?—hable con confusión nunca las había visto por aquí.

—¿Son esposos? Pero vaya que la otra vez andabas con otro en este bar JiMin ¿Acaso ese hijo que esperas es de JungKook?—.

—¿Por que hablas a si de mi?—me sentía débil con mucho miedo.—No les hice nada y mi hijo es de JungKook.

—Ese tal DongHan ¿Es tu amante?—hablo la otro para luego largarse a reír.—Son muy tiernos juntos me harías un gran favor si te separas de el y nos dejas el camino libre con JungKook.

—Lo siento pero yo no haré eso—me empecé a levantar, aquellas dos ya me habían puesto incómodo.

—No tan rápido, si no lo cumples le contaremos todo ¿Bien?—.

—Pueden contarle total yo no pierdo nada contra ustedes par de metidas. Es mi esposo y me entenderá, no a unas locas con busca de una aventura—se acerco amenazante contra ellas—Si me disculpas iré a disfrutar de todo el dinero que me trae los viernes mi esposo—hablo con gracia. Nunca haría eso y menos se fijaría por el dinero que tiene JungKook, lo había conocido cuando no tenía nada.

Dejo a ambas sentadas con la boca abierta. Era Jeon JiMin y nunca nadie lo amenazaría de esa forma, nadie se metería con lo que le pertenece. Miro donde estaba JungKook para entregarle un suave beso en la mejilla y un suave "Vámonos".

—¿Ya te quieres ir cariño?—hablo el mayor.

—Si, no me siento muy cómodo en este lugar—hablo con timidez mirando a las chicas que se había ido al baño.

—Esta bien. Me despido de todos y nos vamos hacia otro lugar que te quiero mostrar—hablo con cierta felicidad mientras se desprendía de JiMin para despedirse de los otros. Este solamente se despidió de sus familiares que se quedarían por un tiempo en unos hoteles de por acá.

JungKook volvió rápido y se fueron caminando tomados de la mano para tomar un taxi. Llegaron a un lugar que no conocía, todo era nuevo.

—¿Que es este lugar?—miro casas hermosas más grandes que la que tenía, un lugar tranquilo con hermoso árboles y rosas decorando el centro del lugar.

—Vamos aún falta—caminaron hasta una casa más grande y linda que las demás, con rosas que adornaban afuera de la casa.—¿Te gusta?—.

—Es muy bonita ¿Quien vive aquí?—tenía un lindo decorado blanco. Había tanto silencio que dudaba si había gente en las demás casas.

—Nosotros cariño—mostró la llave suelta.

—No...—Jimin quedó en un trance—¡¿Como?! ¡¿Cuando lo compraste?!—grito con un toque de felicidad. Está hermosa casa era suya.

—Donde vivimos siempre hay ruido o contrucciones además los adolescentes hacen sus fiestas y no me dejan dormir por la noche. Un día vine acá con un amigo hace mucho, no hay tanto ruido y eso le haría muy bien al bebé. Además el patio es muy grande sufi-

—¡Te amo! ¡Te amo!—empezo a llorar en el hombro de su esposo—¿Cuando nos mudaremos cariño?—junto su frente con la de JungKook. Aquel otro paso sus brazos por la cadera de JiMin para atraerlo más a el.

—Cuando tu quieras. Además te tengo otro regalo adentro de la casa—JungKook tomo la mano de su esposo para luego abrir la puerta y entrar. La reacción de JiMin fue impresionante, apenas entraron había una escalera al frente, al costado una gran sala con una mesa y sillas. JungKook lo dirigió hasta las escaleras para comenzar a subir con cuidado, era un gran pasillo y al final de esta había una ventana con vista a la casa del vecino.

Entraron juntos a una habitación con una gran cama y una ventana vista al gran patio que tenía un árbol. Después fueron a las otras habitaciones que eran para huéspedes o amigos si se quedaban a dormir.

—Mira—JungKook abrió la puerta para mostrar un cuarto celeste con una cuna en el medio y un pequeño armario blanco. Muchos juguetes por todos lados—¡Sorpresa!—.

JiMin había quedado en blanco. Todas las cosas que habían pasado hoy era una sorpresa muy grande.

—JungKookie te amo mucho—se abrazo a su esposo para luego depositarle un beso en los labios—Eres el mejor papá del mundo—Jimin agarró una de las manos de su esposo para llevarla hacia su vientre—Y no te lo digo yo, te lo dice el.—sonrió tan grande que sus pequeños ojitos se taparon.

—Jimin tú me haces muy feliz amor. Tanto que tengo miedo de que venga alguien y te saque de mi lado, te amo mucho a ti y a mi hijo—beso la frente de JiMin.

—¿Pero cómo supiste que era varón? Si apenas hoy lo supimos—dijo con confusión.

—Tengo esta sorpresa desde hace dos meses, la emoción me hizo comprar todo esto. Si iba a ser nena te iba a traer otro día, para devolver todas estas cosas y cambiarlas por niña. Pero es un lindo varoncito—se agacho y beso el vientre de su esposo.

—Te amo JungKook, mucho, mucho—acaricio los pelos de su esposo.

—Yo te amo más a ti bebé...—se dieron un beso en los labios bastante largo. Con cariño y sobre todo el amor que se tenían.

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