Capítulo XI

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(New York, Estados Unidos)

Narra Anabel:

Entramos a la tienda FOREVER 21 y ahí empecé a seleccionar lo qué me llevaría. Duramos 3 horas probando, seleccionando y dejando a un lado lo que no nos gustaba hasta que cargamos mi tía y yo más de 3 bolsas con vestidos, pantalones largos, shorts, blusas, accesorios para el cabello, aretes, collares, etcétera.

Luego de pagar, salimos de la tienda:

-Pensé en comer pizza, tengo mucha hambre. Vámonos- dijo mi tía y yo asentí.

Caminamos hasta Pizza Hut y pedimos una pizza de pepperoni con queso más un refresco Coca-Cola de 1 litro. Comimos hasta saciarnos y luego nos marchamos.

En el camino, vi una tienda de celulares y me enamoré de un Samsung Galaxy S7 Note color rosa qué vi. Mi tía al verme, llamó a uno de los empleados para poder comprarlo. Pagó mi tía y nos marchamos de regreso hacia el apartamento:

-Hey cariño, se me olvidaba que mañana inicias las clases en tu nuevo liceo- dijo mi tía y yo me giré asombrada.

- ¿Enserio? ¿cómo se llama? - pregunté con mucha curiosidad.

-Se llama New Horizons High School, es una de la más conocidas de la ciudad de Nueva York. Te va a encantar, conocerás a tus nuevos compañeros y es bilingüe- dijo ella describiendo con una sonrisa.

- ¡Qué bien! Así aprenderé inglés porque estoy muy floja con ese idioma, es difícil- dijo y ella comenzó a reírse.

-Nah que va, no es difícil. Yo me gradué de allí con notas sobresalientes y luego fui a un Instituto Técnico Superior y dos años después, me gradué- relató mi tía y yo asombrada.

-So, be ready porque comenzarás desde cero aquí- añadió.

-Subamos tía qué tengo muchas ganas de entrar toda esta ropa en el closet- dije y empezamos a subir.

Sacó las llaves y abrió las puertas para así dejarme pasar para organizar toda la ropa nueva, sacar mi nuevo y recostarme en mi confortante cama.

(3 horas después)

Ya eran las 7 de la noche. Terminé de organizar todo y luego vi que mi tía se vistió algo elegante. Al verme dijo:

-Oh, me tengo que ir a trabajar.

- ¿Dónde trabajas tía? - pregunté curiosa.

-En un restaurante- dijo con firmeza y algo de duda.

- ¿Segura? - pregunté nuevamente.

-Si claro, ¿por qué lo dices? - preguntó ella.

-Es que te pusiste muy nerviosa- respondí.

-No, para nada seguro es temblando de frío qué estoy. Bueno, te quedaras sola aquí toda la noche y no hagas mucho desorden ya que volveré al día siguiente, ¿de acuerdo? - dijo con autoridad.

-De acuerdo tía- dije feliz y luego me dio un beso en la mejilla.

-Te adoro. Cuídate mucho- dijo para luego abrir la puerta y salir.

Se fue y escuché sus pasos al bajar las escaleras. Al darme ese beso en la mejilla me recordé de mi madre que cuando era pequeña, siempre me daba besos, pero desde que se casó con ese monstruo qué abusó de mí, ya no lo hacía.

Hablando de mi madre, me parece extraño que no ha llamado a mi tía en todo el día. De seguro lo hará mañana.

Me coloqué mi pijama para recostarme en mi cama, le hice unos pequeños ajustes a mi teléfono para luego apagarlo y ponerlo a cargar. Apagué las luces, bostecé y caí rendida en los brazos de Morfeo.

¡Qué bueno es empezar desde cero en Nueva York, es un lugar magnífico! Espero con Dios que no me pasen más desgracias como las qué viví en carne propia al lado de mi padrastro allá en República Dominicana y tener aquí la paz y la felicidad que necesito. No es mucho pedir, pero lo deseo más que a nada en el mundo.

Una Vida Joven Hecha PedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora