Tarde, tarde, tarde. Era lo único que mi cerebro retenía mientras corría hacia la universidad, le rezaba a satanás para que no estuviera el director en la entrada esperando a los que tardaban, para mi buena y bonita suerte, él estaba, fingí asombro cuando lo vi ahí diciéndole que se me había olvidado la cartulina, pero, nosotros no usamos cartulina, me golpee mentalmente y lo mire, negó riendo, sabía que no me había creído, me dejó entrar tomando en cuenta que la próxima me quedaba afuera, raro.
-¡Pero miren quien llegó, Mattel!
No por favor, dios, apiadate de mi, miré hacia el techo y después el piso golpeandolo un poco con mi pie, tu también ayúdame, ¿para que te pago?
-Es Matt, un no placer ver tu cara el día de hoy, así qué adiós, ¡que te vaya excelentemente mal!- no sabía si me daba un poco más de risa su rostro o qué por haber dicho eso me estampó contra el primer casillero qué se le cruzó en el camino, solté un quejido de malestar y también por tenerlo tan cerca, me maldecí internamente por no hacerle caso a Samuel y venirme con él.-¿no crees que es de mala educación tratar así a un chico casi indefenso?- rió Samuel detrás de Ben por lo cual agradecía internamente, este me soltó, caminé hasta mi mejor amigo tomando su brazo para que no pasara a mayores, él de atrás susurró algo qué, obviamente no alcancé a oír, pero Sam sí los ignoró por completo caminando hasta los otros chicos, me lancé a los brazos de Bonnie y James haciendo que cayeramos al frío suelo.
-No salió como lo planee en mi mente- negué repetidas veces ganandome risas de mis amigos y miradas algo enojadas. -al menos caíste de culo, yo casi caigo de cara si no fuera por esto- pinche el pecho de James haciendo que soltara una risa.
-Bien, vamos a clases, no creo que sea lo mejor ver al profesor Marti...- Samuel se quedó en silencio al ver pasar a Gabriela, le sonrío inocente y lo miré con los ojos entrecerrados.
Ví a alguien muy conocido entrar por las puertas de la universidad, fué como si lo conociera de toda la vida, al verlo bien y enfocar mi vista... No, no podía ser.
-¡Marco!, ¡Ah!- Corrí con la mirada de todos en mi y más la de Samuel la cual al verme gritar me vio de inmediato, fui hacia el chico al ver que este me miro raro pero al hacer lo mismo que yo, se asombró.
-¡No puede ser, Matt!, Mierda, estás tan flaco- murmuró tomándome entre sus brazos para que los demás no oyeran -pero sigues igual de guapo, cómo cuándo te conocí- me sonroje inconscientemente.
-Y tú igual de coqueto, no cambias, estas muy guapo, ¿qué hiciste?- me asombraba la idea de que estaba algo flaco y músculoso, llevaba una sudadera negra con algunas letras sin sentido, pantalón plomo roto en las rodillas y un abrigo en las cuerdas de su mochila.
-Bueno, sabes muy bien que cuando se trataba y trata de ti, no me controlo- lo tomé como una broma viendo a cada uno de los chicos acercarse, los fui presentando poco a poco diciendo que con Marco nos conocimos desde muy pequeños, el tomó mi cintura marcando "territorio" cuando vio a Samuel acercarse algo enojado.
-Marco, cinco años sin verte- murmuró entre dientes Samuel.
-¿cinco?, ¿llevabas la cuenta?, yo ni me acordaba de ti- soltó mi cintura y se acercó con una decisión clara.
-¿por qué todos pelean hoy?- chille triste caminando hasta la sala en que nos tocaba a todos seguido por Bonnie y Charlie, las chicas llegaron a mi lado aferrándose cada una en un brazo, seguía con mi ceño levemente fruncido.
Samuel
No es que odie a Marco, no, bueno si, pero que podía hacer contra el chico que le gusta a mi mejor amigo, se muy bien que lo sigue amando después del tiempo que había pasado, cinco años y estoy seguro de que aún no se olvida del chico, tampoco he querido preguntárselo.
Lo seguí detrás en silencio, con los chicos bromeando o recuperando al parecer el tiempo perdido, en unos minutos caminando se nos sumó Michael, si, el iba en la universidad, pero bueno, solté un suspiro pequeño entrando a la sala de clases, me sorprendía que todos Hubiéramos elegido la misma carrera para estudiar, y lo hacía bastante, aunque Matt y Bonnie se salieron de ese pequeño grupo prefiriendo ser profesores, uno de literatura y una de música, se notaba que los pobres chicos iban a sufrir.
-¡Señor Berst!, ¿¡se podría saber en que está pensando y no colocando atención a mi clase- gritó el profesor Martín, haciendo que saliera de mis pensamientos y que todos me miraran algo fijo, me sentí precionado y negué ahora colocando atención a la clase ya que en algunas semanas teníamos exámenes. En el receso nos dirigíamos a la cafetería para tomar todas las cosas y salir al jardín mientras nos estábamos en el pasto escuchando los malos chistes de James, los cuales hacían reír, no lo dudaba.
Mi vista viajó indudablemente a la de Gabriela la cual me estaba mirando, o eso creía, me sonroje cuando me saludó, devolviéndole el saludo algo entusiasmado, solté un suspiro y antes de darle una mordida a mi hamburguesa miré a Matt el cual me miraba sin ninguna expresión en su rostro, le dediqué una sonrisa algo forzada, comí en silencio a veces riendo por las payasadas de los demás sin ver más a Matt.
Matt
Nunca me va a sonreír de esa manera, nunca.
Lo estaba haciendo, le sonreía de la mejor manera moviendo su mano de un lado a otro mientras susurraba un pequeño hola aunque ella no lo escuchara, pero lo hice, lo escuché, y en el momento que vi su sonrisa bastante falsa fue una de las primeras veces que mis gestos o mi sonrisa no salía a flote por si sola, solo me dedique a mirar la hamburguesa pequeña en mis manos dándole una mordida, dejé la mitad y se la di a Michael, siempre se la daba a Samuel, pero ahora lo menos que quería era decirle algo o hacer algo, el lo agradeció diciendo que tenía hambre y solo le sonreí.
-Me toca literatura, adiós, nos vemos- Bonnie, James y Marco se levantaron ya que les tocaba cerca del el salón trece, sonreí entusiasmado algo después de lo que acababa de ver era raro, vi a Marco pararse me emocioné saltando a su espalda pero antes quitándole su mochila para llevarla yo, era un gran amigo, lo quería demasiado, no puso resistencia y me llevó.
-Así que, profesor de literatura- arqueó una ceja Marco, sabía que me gustaba leer, el fue el primero que me regalo un libro de más de cien hojas, no como los que leíamos en el colegio, era algo caro mucho pero aún así lo compró. -Yo seré profesor de matemáticas, así trabajamos en el mismo colegio e inventarían rumores de nosotros dos- golpee su hombro despacio bajándome de su espalda y negó. -No te preocupes, tengo novio, y pasame mi mochila.
-¡Oh, dios mio!, ¿quién es?- le entregue el bolso con cuidado, Marco apuntó a un chico bastante bajo, un poco más bajo que yo, me sentía alto, era bastante tímido, se veía y venía vestido de rosa pastel y negro dando ternura por donde pasaba, miradas preventivas de algunos chicos, se acercó a nosotros y grito feliz.
-¡Dios mio, amor!, ¡si te aceptaron, eso, eso!- celebró el chico dando saltitos para después abrazarlo mirando a todos con una mueca y después a su novio buscando explicaciones, levanté mi mano divertido saludando a lo que el de igual manera lo hizo siendo totalmente sincero.
-Tom, Amor, ellos son mis amigos.
Tres horas metido en un salón de clases con alumnos gritando, oliendo mal, con hambre y algunos con hileras de saliva saliendo de su boca, parejas dándose mimos, y después estaban los solterones coqueteando, los inteligentes y yo al medio tratando de concentrarme, el profesor empezó a dar los exámenes para después de tomarlo salir de la sala.
Llegó mi turno, lo tomé y sonreí saliendo de la sala, un nueve punto cinco, y por todo el pasillo me la pasé haciendo un baile raro mientras tararear mostrándole la calificación a los demás, me daba risa y a los demás igual, vi a mi mejor amiga caminar hacia mi y le resfregue el examen en la cara.
-Esto es una venganza por lo de matemáticas.
Y así termine mi día de universidad, bailando y haciéndole burla a Bonn.
🐥°🐥
Se que tal vez, los capitulos son largos o tal vez no, pero la historia tiene que ser así, no puedo decir lo que pasa todos los días, esto tiene un inicio y un final (es obvio duh, xd), que empieza en el 1 y termina en el 16, por eso los capítulos son largos, tal vez aburridos y no pasa nada, pero ya verán, muchos besos y abrazos.
Gracias a los que leen y votan, son un amor's.
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Mi Mejor Amigo.
RandomEnamorarme de mi mejor amigo no fue tan simple, ni muchos menos por la razón de ser hombre, pero, ¿que me importa a mí?, al parecer soy alguien muy directo, según mi padre, y según mi madre alguien muy sensible, capaz de decir todos sus sentimientos...