9: "malteadas con amor"

10 1 0
                                        

El hecho de que Samuel me haya invitado a tomar unas malteadas para arreglar éste único problema no me ponía ni lo más contento posible, ja, ni yo me la creo, ya era viernes las cuatro y media de la tarde, fui al baño abriendo la llave de la tina, me daría mi tiempo, reí negando dejando algunas sales en el agua mientras me metía lentamente para no caer o simplemente resbalar, cerré mis ojos ante el agua tibia y estuve ahí casi por una hora, abriendo un poco el grifo de agua caliente cada vez qué esta de enfriaba.

Un suéter azul, playera del mismo color, pantalones negros y unas Adidas grises, fue lo único que me coloqué, mirando hacia afuera si era necesario una chaqueta o no, me encogí de hombros viendo la hora.

–Jo-di-da mier-da– tomé mi billetera y salí corriendo fuera de la casa, eran las seis y quince, mi celular vibró en mis manos haciendo ver el nombre de Samuel y un corazón junto a este, contesté nervioso y jadeante al estar corriendo. –¿pasa algo?

–perdón por tardar, pero ya llegué, voy caminando ahora a las malteadas por si estas ahí.

–Oh, sí eso, yo voy a llegar en unos cuantos minutos más, se me pasó la hora, perdóname tú.

–La culpa no es de ninguno– lo oí reír lo cual hizo que mordiera mi labio inferior. –ya llegué, estoy sentado en las últimas mesas, adiós.

Sólo me despedí de él ahora dejando de correr cuando el parque y el puesto gigante de malteadas se encontraba en mi campo visual.
Saludé a Samuel desde lo lejos riendo al ver lo emocionado qué estaba, caminé un poco más pero la mesa se había llevado mi atención, rodé los ojos con una sonrisa al ver que había pedido mi favorito, lo saludé con un apretón de manos, cosa que nunca hacíamos pero ahora veníamos ha arreglar algunas cosas y no a hablar como amigos de toda la vida.

–primero que todo, se que tuve que haber dicho todo, por qué también sé lo enojado que estabas o estás, estuve igual, y tienes tú derecho a enojarte, pero no quiero qué dejemos de hablar por una mujer, lo prometimos– movió sus manos de acá para allá explicando todo lo que decía mientras me encontraba con el ceño fruncido.

–ya... Sólo diré qué no quiero, nunca más que hagas esto, por qué sí dices querer a tú mejor amigo estas cosas no se guardan, ¿Okay?, Okay– tomé la copa entre mis manos mientras succionaba un poco de la pajilla, al ver el ceño fruncido de Samuel reí haciendo que mi boca se manchara, tomó una servilleta, limpió mis labios y mejillas, mientras yo no dejaba de sonreír, mi mejor amigo había volvido.

Y sí, no soy de no perdonar a las personas, no soy enojón, creo.
Y sí diría que la estaba pasando mal, mentiría.

   Viernes 6:48 p.m
Habitación de Bonnie

–James, esto es serio, deja de mirarme así– murmuró molesta pasando una de sus manos por el rostro del recién nombrado.

–tú cabello es rosa, morado y azul, te ves muy bien, no puedo dejar de mirarte– se encogió de hombros mirándola nuevamente con cara de bobo a lo cuál Bonnie se sonrojo, estaba pidiendo consejos de ropa, pero al parecer con un hombre no servía.

–por eso debí pedirle ayuda a Matt en esto, o Charlie, Laura, Selena, tú no, tú te quedas mirándome y queriendo sonrojarme.

–es qué eres guapa, solo eso, todo te queda bien.

–¿me estas coqueteando?– preguntó divertida acercándose a él mientras hacía un baile raro moviendo sus caderas y brazos al mismo tiempo que caminaba.

James sólo trago en seco mordiendo su labio inferior al verla sentada a su lado, no pensaba con claridad pero logró negar haciendo que Bonnie soltara una pequeña risa.

–no te creo, pero haremos cómo qué sí.

–¿y qué sí lo hiciera?

–¿qué...?– preguntó sin entender, solo sintió unos labios pegados a los suyos los cuales se movían lento esperando aprobación, la cual no fue negada, sus cuerpos estaban ahora recostados en la cama, Bonnie sobre James sólo moviendo sus labios lentamente disfrutando del momento.

El se separó un poco para ver el rostro de ella, soltó una pequeña risa al verla aún con los ojos cerrados y una sonrisa en sus labios. –¿esto es real o estoy soñando?– susurró.

–Eh...– lo pellizco riendo.

–¡Auch!, ¿por qué mierda hiciste eso?

–tú querías saber sí es un sueño.

James negó juntando sus labios nuevamente, sintieron la puerta abrirse de golpe, una Selena y Laura entraron muy agitadas y al ver la escena gritaron haciendo que Michael y Charlie llegaran a su lado.

–Joder, ahora todos se están quedando en pareja, ¿qué sigue?– murmuró Charlie cruzandose de brazos, Laura la imitó y pidieron explicaciones.

–Sólo la besé, ¿ya?, no hay mucho qué explicar, ahora digan por qué venían tan agitadas.

–Vimos a Gabriela con Ben y no sólo muy juntos, después de un rato siguiéndolos, por qué los seguimos, se sentaron detrás de un árbol y se comenzaron a besar pero como ni te imaginas– murmuró con una mueca de asco Laura.

Ambos chicos abrieron sus bocas a más no poder, todos estaban bastantes nerviosos y lo único que sabían es que ahora Samuel y Matt estaban juntos mientras su novia y su peor enemigo estaban tal vez haciendo que cosas.

–Hay que decirle a Samuel– Murmuró Michael.

–¿y qué tal si no nos cree?– Laura preguntó.

–una mejor idea– se atrevió ahora a decir Selena. –¿y si hacemos que Samuel se vaya olvidando poco a poco de Gabriela?, Agh, no.

Todos sintieron sus celulares vibrar en su pantalón, era un mensaje de Matt en el grupo que tenían.

–hagan como qué no estamos juntos.

Bandeja de mensajes.

MATT: una pregunta, ¿a que hora es la fiesta de mañana?, es para una tarea.

BONNIE: pues dile a tú tarea qué será a las siete, pero iremos como a las nueve.

MICHAEL: Nho xfabor.

SELENA: escribe bien o te juro qué te haré lo más feo qué se te pueda imaginar.

CHARLIE: estudiar, de seguro, estúpido, no agarra ni un libro.

JAMES: dejen de hacerle bullying al enfermo este.

Matt agregó a Samuel.

SAMUEL: ya extrañaba verlos pelear por chat.

LAURA: ah pues, a ti nadie te extrañó.

SAMUEL: Olah keridah ermanah.

SELENA: ¡tE VOY A METER UN PALO POR EL CULO Y HARÉ QUE TE SIENTES EN EL PISO SI VUELVES A ESCRIBIR ASÍ, TE LO JURO!

MATT: bueno pero no se enoje.
MATT: oigan, todos en mi cada ahora, rai nau, gracias.

BONNIE: OYE, PERO SI SAMUEL ESTÁ EN EL GRUPO Y TÚ LO AGREGASTE, ¿YA ESTÁN BIEN AHORA?

SAMUEL: en la casa de Matt les contamos.

Todos después de algunos minutos estaban en el patio trasero de él hogar de Matt, el cual junto a Samuel explicaron lo poco que habían hablado sobre el problema y más en lo que había pasado este tiempo donde no se vieron, ni hablaron.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 11, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi Mejor Amigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora