She Wolf [Loba] y la batalla de las 5 dimensiones

¡Segunda Temporada! Capítulo 26- El Plan Oscuro

Y ahí quedé yo. Parada en la mitad de mi habitación con el fantasma de mi novio muerto al frente de mí. No podía sentir ese icónico golpeteo en mi pecho. Al parecer todo a mi alrededor se detuvo. Estaba viendo sus tiernos y apasionados ojos turquesa de nuevo y asimilarlo no era tarea fácil. 

-¿Bryan? ¿Eres tú?

-Sí Ev, soy yo.-.respondió con un rostro sin expresión.

-¿¡Cómo es posible!?

-Acompáñame afuera. Demos un paseo. Te lo explicaré.

Tomé mi bolso y caminé hacia la puerta sin quitar mi vista a los ojos de Bryan. En mi cabeza rondaban miles de preguntas. ¿Esto es un truco o una broma? ¿De verdad estoy viendo a Bryan, mi Bryan? Después de unos minutos, llegamos a una tranquila parte del bosque, dónde se oía la sinfonía del agua abrazando a las rocas del río y a los animales nocturnos convivir con su entorno. 

-¿Me puedes explicar lo que está pasando?-.pregunté.

-Lo último que recuerdo es que estaba muerto.-.dijo después de un suspiro.-Pero de alguna forma, regresé de la muerte. Recuerdo que mi mundo se iluminó y desperté dentro de mi tumba. Mis sentidos de lobo estaban vueltos locos. Como si me hubieran vuelto a convertir. Después de mi breve confusión, pude notar una voz afuera de mi sepultura. Era una voz femenina y joven, y según lo que oí, estaba haciendo un hechizo.

-¿Que clase de hechizo?

-No sé.-.contestó pensativo.

-¿Lo recuerdas?

-No, claramente. Lo siento.

-Esta bien. Continúa.

-Mi visión se tornó borrosa después de unos segundos. Y cuando mis ojos volvieron a despertar, yacía en el suelo del húmedo bosque. Justamente a unos pocos metros de donde me habían enterrado. 

-¡Tenemos que decirle a Daymon sobre esto!-.dije determinada.

-Estoy de acuerdo. Pero ahora no.

-¿Porqué?

-...Necesito descansar. Mi día fue confuso y muy agotador. Volver a la vida gastó todas mis energías.

-Ah. Sí, claro.-.respondí avergonzada por mi ignorancia.

-¿Será que me pueda quedar en tu casa?

-Eh, claro.

Regresamos a casa con un silencio incómoda rodeandonos. Entré al baño para cambiarme de ropa, pero estaba tan distraída que no noté que ya estaba ocupado. Dentro de la regadera se encontraba Bryan lavando su piel. Podía ver los contornos de sus indefinidos músculos. Casi dejé caer lo que traía en mano. El humo del agua caliente cubría desde su cadera hasta sus pies. 

-¿Que vez, Ev?-.dijo abriendo la puerta de la regadera ligeramente.  

Me sonrojé y dije:

-Eh...

Luego de ese momento vergonzoso e íntimo, salí del baño y me cambie de ropas rápidamente detrás de mi cama. Bryan salió del baño bajo la protección de una toalla. Le presté una pijama vieja de mi padre y se sentó en la cama.

-¿Puedo dormir en tu cama?-.pregunta algo incómodo.

-Eh...seguro.-.respondo sonrojada.

Bryan se acomoda entre las gruesas sábanas turquesas de mi cama y posa su cabeza en la esponjosa almohada de algodón. En segundos, mi habitación se llena de ronquidos. Lo miro con cara de confusión y obligo a mi cerebro a que encontrara alguna lógica teoría para lo que estaba sucediendo. Al final, solo sonrío y acomodo mi cuerpo junto al de Bryan.