El sol salió y con ello la misión empezó. Denes abrió un portal hacia la dimensión Zafiro. Atreves de las ondas del portal se podía ver la difuminada imagen de una gran ciudad azul.
Cruzamos el portal con la mejor de las esperanzas. Al pisar el suelo "Zafirino", pudimos sentir el césped que estaba hecho de brillantes zafiros azules. El agua de alguna reciente lluvia se podía notar en las diminutas gotas que recorrían cada hojita. A lo lejos, se podía presenciar los imponentes edificios hechos de zafiros azules y cristal. Cada edificio era dueño de una fina punta al final de cada construcción.
Entramos por una amplia entrada sin puertas. Había desde pequeños locales hasta monumentales rascacielos pero nada se parecía a un castillo.
Entramos a una pequeña tienda que al parecer vendía instrumentos musicales.
-¿Disculpe?-.dije.
-¿Si?-.dijo un señor que estaba de espaldas. Todo a su alrededor se parecía mucho a un humano promedio, sin embargo sus ojos parecían zafiros incrustados.
-¿Nos podría decir dónde se encuentra la Reina?-.pregunté.
-¿Ustedes son de por aquí?-.preguntó el señor algo asustado.
-Eh, no.-.contesté.-Vinimos en busca de la Reina.
-¡Lo siento, pero no los puedo ayudar!-.dijo escondiéndose detrás de unas cortinas asustado.
Intercambié miradas confundidas con el grupo. Ellos parecían estar igual de sorprendidos que yo. Salimos del local con esperanzas de encontrar alguna respuesta en otro lugar.
Entramos a varias tiendas y edificios, pero cuando pensábamos que estábamos cerca de conseguir una respuesta, sucedía lo mismo que ocurrió en el primero.
-¡Larguémonos de aquí!-.dijo enfurecido Denes.-¡Con esta gente no se puede!¡Le diremos a Daymon que busque otra dimensión en que confiar!
-¡Espera!-.grité deteniéndolo con mi mente al ver que se alejaba.
-¿¡Que haces Evangelyn!? ¡Suéltame!
-¡Cálmate y escucha!-.grité.-¡No podemos rendirnos!¡Hay que hallar otra forma!
-¿Qué propones?-.preguntó Liam.
Solté a Denes y caminamos varios kilómetros buscando alguna valla o aviso que nos pudiera indicar dónde estaba el castillo. Pasaron varias horas hasta que encontramos un húmedo y arrugado papel que decía:
~Festival anual del Zafiro Amarillo. Se celebrará en el castillo. Montaña Norte. ¡Te esperamos!~
-¡Bingo!-.exclamé.
Salimos de la ciudad hacia una gran pradera azul. Al fondo había tres inmensas montañas. Las tres eran de gran tamaño, pero la que se destacaba era la del norte. Nos dirigimos a ella.
Llegamos a lo que al parecer era la entrada del castillo. Todo estaba hecho de Zafiros, excepto los bellos diseños que poseía el castillo que al parecer estaban hechos con oro.
-¿Disculpen? Vinimos a ver a la reina.-.dijo Miracle.
-La reina no espera visitas.-.respondieron los guardias de la entrada.
-Pero...-.replicó Miracle.
-¡Larguense o los obligaremos!
Engañamos a los guardias y nos escabullimos a través de las altas flores del jardín. En una de las paredes laterales del castillo había un balcón con las puertas abiertas.
-¡Pss, chicos!-.susurré señalando el balcón.
Escaneamos el perímetro en busca de cualquier guardia y luego, cuando nos aseguramos de que no venía nadie, saltamos hacia el balcón.
Entramos a una habitación grande de zafiro con acabados de oro y de plata. Las cortinas estaban hechas de tela azul, al igual que las sábanas de la cama. De pronto, oímos unos pasos en las lejanías acercándose rápidamente.
-¡Escóndanse!-.gritó Miracle.
Miracle, Denes y yo nos escondimos detrás de las cortinas, mientras que Liam y Bryan se escondieron debajo de la cama.
A la habitación entró una chica vestida con una blusa azul y una falda blanca y un chico alto vestido con un pantalón azul y una camiseta gris.
¿Alguna vez les han contado la historia de la abeja y la flor? Pues es exactamente lo que empezó a suceder.
Perturbada, hice un hechizo de invisibilidad y llamé al grupo para que saliéramos de la habitación. Ya afuera pude notar los rostros de impacto que había en el grupo.
-Creo que no podré dormir esta noche.-.dijo Liam asombrado.
-¡¿Por qué no hiciste eso antes, Evangelyn?!-.exclamó Miracle.
-No lo creí necesario.-.respondí.
Bajamos las escaleras del pasillo con gran cautela hasta llegar ante una puerta reforzada con titanio. Los guardias a sus costados sacaron unas armas de sus bolsillos y nos apuntaron.
-¡Quietos ahí...
-Dejalos pasar, Jeffrey.-dijo una tranquila voz interrumpiendo el mandato del guardia que provenía del interior de la puerta.
Los guardias abrieron la puerta, dejando ver a una mujer de aproximadamente 30 años sentada en un trono de Zafiro violeta. Sus ojos eran de Zafiros, pero eran de color morado.
-¡Vaya! Una Dixir, dos lobos, un vampiro y un brujo. ¡Que sorpresa!-.dijo la mujer mientras nos acercabamos a ella.
-¿Como sabe quienes somos?-.pregunté.
-Aquí yo sé quién entra y quién sale.
-Asique usted es la reina.-.comentó Bryan.
-¡En persona! Ahora, díganme, ¿a que han venido?
-Su majestad,-.dijo Bryan.-Nuestra dimensión a sido amenazada con la presencia de los demonios y un ser maligno. A causado guerra y nosotros no podemos solos. Hemos venido aquí a solicitar su ayuda. Me temo que si esta maldad gana, todas las dimensiones caerán.
-Ustedes han probado ser puros de corazón.-.dijo después de haber reflexionado un rato.-Ningún extranjero a podido entrar al castillo. Y ya que esta amenaza pone en peligro a mi reino, con gusto los ayudaré.
Con esas palabras, regresamos a la Dimensión X, sin embargo, ahora faltaban 5 días y 4 dimensiones por visitar. El tiempo se estaba acortando y no sabíamos si lo podíamos lograr.
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She Wolf [Loba] y la batalla de las 5 dimensiones
Teen FictionEvangelyn Brightstone era una chica normal de 17 años hasta que en una noche de luna llena es mordida por un lobo, el cual ella no sabía en verdad que era un hombre lobo. Desde ese punto su vida da un giro inesperado, donde tendrá, con la ayuda de...