Capítulo 32- El Amor antes de la Tormenta

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Todo era brillante. La luz rebotaba contra el liso suelo de diamante. Parecía el Ártico, pero en vez de nieve era diamantes. Todo causaba una sensación pacífica y calmada, hasta que entre la flora blancuzca del lugar, un aullido feroz resuena el silencio, seguido por otros, haciendo una estridente sinfonía en coro. 

Con los aullidos, se acercaban sigilosamente una manada de lobos. Nos unimos en círculo. Uno de los lobos salto hacia Miracle, pero ella le mostró su lado lobuno. De inmediato, el animal se encogió de patas, aulló y salió corriendo, junto a a manada, hacia el bosque. Hubo un silencio en el ambiente cuando un hombre armado con una lanza amenaza a Liam por la espalda.

-¡No se muevan!-.demandó.-¡La princesa requiere de su presencia!-.más hombres aparecieron de entre los árboles.

Cayados y confundidos, seguimos a los hombres hasta un palacio en la cima de una pálida montaña, al este. Dentro del palacio, tintineaban los adornos hechos con diamante, que chocaban unos contra otros a causa del frío viento. De espaldas en el trono, estaba de pie una joven mujer de piel blanca vistiendo un vestido de largas telas cubiertas con una fina capa de seda con colgantes de diamante. La mujer da la vuelta, haciendo un dulce sonido al los colgantes chocar. 

-Después de tantos años y ahora vienes por mi ayuda...-.dijo mirando al suelo.

-Soy...-.comencé.

-Sé quien eres...

Nos damos miradas confundidas. La mujer se levanta la basta del vestido y con gran sutileza, baja los peldaños de su trono para después encontrarse frente a frente con Daymon.

-Diana...sabes que lo siento. Pero fue lo mejor para ambos.

-¡Diana!-.gritó el resto del grupo en unísono.

-¡¿No estaba muerta?!-.preguntó Liam.

-¿¡Ambos!?-.dijo continuando la conversación.-¡Me dejaste sola lidiando con la muerte de nuestro hijo!

-Sé que fue un error, pero...

-¡No más excusas!-.gritó mientras retrocedía hacia el trono.-Sé que han venido en busca de mi ayuda.-¡Pues no se las daré...a menos bajo una condición!

-Aceptaremos cualquier misión.-.dijo Daymon avergonzado.

-Uno de ustedes deberá enfrentarse al futuro que los depara...Aquel que se haga llamar Dixir.

Di medio paso hacia el frente cando...

-¡Yo lo haré!-.gritó Bryan.

Lo miré y antes de que se lo llevarán tras una puerta dijo:

-No te dejaré que te lastimen.

Cinco minutos después comenzaron los tristes gritos de Bryan. Eran de dolor y furia. Me aterré cuando los dejé de escuchar...Entré al salón dándole una patada a la puerta.

-¡Bryan!

-Tú...eres la Dixir.-.dijo la princesa.

Vi a Bryan arrodillado en el suelo, aliviado del dolor. Sus ojos me suplicaban que no lo hiciera pero...

-Si...-.respondí.

Con la mirada, la princesa me señala donde pararme. Arriba de mi mí, había una luz tan blanca y brillante, que parecía que provenía del Cielo. Un segundo después, me envuelve una luz violeta con rayos azules y plateados. Mi vista se vuelve negra y empiezan las visiones.

Podía ver la Batalla Final. Demonios versus las 5 Dimensiones. Podía ver destrucción, muertes, sangre. No solo podía verlo sino sentirlo...oírlo...¡respirarlo! Pude ver al final de la batalla, me encontraba con la Mujer de la Capucha Negra. SU rostro era borroso. Ambas saltamos en el aire, poniendo nuestras magias una contra la otra. Y luego...luz blanca. Porque...había muerto.

Al terminar la visión, mi cuerpo se paralizó del terror, y así permanecí hasta llegar al cuartel. Me senté en una cama que estaba en unas de las habitaciones del cuartel. Segundos después, entró Bryan con una taza de té en la mano, me la pasa y me pregunta:

-¿Ev, que sucede?

Doy un suspiro.

-Voy...voy a morir Bryan.

Sin más que decir, me tumbo en su hombro a llorar.

-Ev, el futuro no esta escrito por el destino, no morirás...tranquilízate.

-Pero...

-¡Ev, mírame!

Volteé mi mirada a sus tiernos ojos brillantes. Me daban calma y confianza. 

-Todo...va a estar...bien...

Bryan me da un abrazo. 

Mi mejilla rosó la suya al terminarlo y mi instintos me guían a sus labios. Bryan me besa una vez. Sus ojos se tornaron verdes y los míos violeta. Seguido a esto, me devuelve un beso con más pasión y fuerza. Poco a poco, se desase de mi camisa y mis jeans. Limpió mis húmedas mejillas con sus cariñosos besos, los cuales siguieron bajando hasta mi cuello. Tiramos las sábanas de la cama el suelo y Bryan me acorrala. No había salida. Y antes de empezar, coloqué el picaporte de la puerta con magia.

Y tan solo faltan menos de 24 horas.

She Wolf [Loba] y la batalla de las 5 dimensionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora