Capítulo Final- Devuelta a la Vida

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Una cegante luz quemaba mis pupilas y un agudo silbido susurraba en mi oído. Podía oír el desesperado sonido de mi respiración. Al moverme, sentía el crujido de lo que parecían rocas. Poco a poco, la visión se aclaro y el molesto zumbido en mis oídos se disipó. 

Estaba sentada en la orilla de un río. Estaba frío y calmado. Alrededor había un bosque de pinos y el dulce canto de los pájaros calmaba al silencio. 

Al ponerme de pie sentí algo diferente. Algo diferente...en mi. Me sentía más...humana. Miré mis manos como si me fueran a dar respuestas, pero lo único que obtuve fue una voz atrás de mi.

-¿No es hermoso aquí?

Voltee mi vista para ver a una mujer. Tenía un vestido que parecía de plata. Una sonrisa encantadora. Pero sus ojos...sus ojos...eran más oscuros que la misma noche. De ellos emanaba un sentimiento de terror. 

-¿Quién eres?¿Y-y adónde estoy?-.pregunté.

-Estas en el Purgatorio, Evangelyn. Un lugar creado para el eterno descanso de los Poderosos. Almas que dieron todo en su vida para hacer el bien...como tú. Bueno, eso fue así hasta que llegué yo...-.dijo la mujer mirando el suelo.

-¿Cómo sabes mi nombre?¿Quién...eres?-.pregunté con miedo.

-Quizás en tu mundo me conozcan. Quizás hasta tú...Yo soy aquella que causa miedo a los mortales y quien los persigue cada día de sus miserables vidas...-.dijo mirándome fijamente a los ojos, imponente.-Muchos me conocen con diferentes nombres. Algunos dicen que vivo en las sombras...o que soy el Pecado mismo...pero mejor me conocen como...La Muerte.

Esas últimas dos palabras hicieran que mis piernas empezaran a correr, pero no dieron ni dos pasos cuando mi mundo cambió por completo. 

De pronto vestía una bata de hospital y estaba en oscuro pasillo. Comencé a correr atravéz de él. Solo se oían los fríos golpes de mis pisadas tocar el piso. Ya no podía oír todo, ni oler todo, y ya no me sentía fuerte. 

A la vuelta de la esquina se encontraba un abarrotado hospital. Corrí hacia una de las enfermeras y le supliqué:

-¡¿Me podría ayudar?!

Nada.

Parecía como si no me pudieran ver. Agité mi mano sobre sus ojos.

Nada.

Le toqué el hombro.

Mi mano traspasó su cuerpo. 

Pareciera que estuviera tocando humo. Caminé extrañada entre el personal del hospital, tratando de responder mis dudas. Cada segundo me sentía mas débil...más mortal.

En una pared pude reconocer el símbolo de "Zona X". En ese momento supe que estaba de nuevo en Michigan, en el hospital para lo sobrenatural. Giré mi mirada, y como un rayo, el decadente sonido de la voz de Bryan surcó mi oído. Corrí entre la multitud. Traspasando cuerpo por cuerpo, hasta llegar a la sala principal, donde Bryan entraba conmigo en brazos. Me acostó en una camilla y lo que hacía era solo mirarme. Podía sentir el sentimiento de culpa en su corazón. Me quedé en "shock", mientras, como si fuera en cámara lenta, veía cómo Bryan perseguía la camilla con mi cuerpo. Veía cómo caían las lágrimas al suelo, gota por gota y esparcirse, mientras se despedía de la que era yo.

Caminé hacia él. Levanté mi mano y traté de acariciar su rostro. Traté de curar sus lágrimas. Traté de imaginarme lo terso de su piel pasar por mis dedos.

-Bryan...amor...aquí estoy.-.dije con lágrimas cayendo de mis ojos.

Su única respuesta fue alejarse y dejar mi mano cerrándose en el aire. Pero eso causó que viera el maldito rostro de La Muerte fuera de los cristales de la puerta.

She Wolf [Loba] y la batalla de las 5 dimensionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora