Capítulo uno

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Hace unos años atrás

— Hola, lo hiciste bien — no entendí, ni me interesó lo que me dijo.
Una voz más de entre toda la multitud del gimnasio del colegio en el que estudiaba, de hecho no me interesaba nada; era un compañero más siendo "cortés" con el marginado de la clase.

— Si, gracias — conteste por cortesía mas que por interés.

Al salir del gimnasio fui a asearme para la siguiente clase de matemáticas aunque mi día aún no terminaba y tendría encima mío las miradas de desprecio de mis compañeros. Sin embargo, sentía una mirada un poco fuera de lo común que no era de odio.

Al pasar los días esta mirada se me hacía cada vez más intensa, pero como era un colegio estrictamente para varones descarte la idea de que alguien estaba realmente perturbando mi espacio personal y más que esta persona se trataba de Thomas promesa Trumper el mejor no sólo en los deportes sino también en el mundo de la música.

Y sin darme cuenta ya había pasado una semana entera de clases aburridas, sonrisas falsas y malos tratos; lo que significaba el ingreso a otra clase de gimnasia y de baile.

— Jóvenes buen día, como sabrán ya sólo falta tres semanas para la presentación de baile del colegio por lo que significa que estaremos en constantes prácticas hasta el día de la presentación y debido al poco tiempo que contamos necesitamos ya conformar las parejas que serán formadas según a ustedes les es mejor y más fácil complementar — comunicó el profesor de educación física — oh, y por supuesto no aceptó quejas ni reclamos así que saldré un momento y cuando regrese quiero verlos bien formados y con su compañero de baile — terminó de hablar mientras se dirigía escaleras arriba para traer el equipo de música para el ensayo.

— Y ahora ¿Que haremos? — escuche a lo lejos a Georg uno de los amigos de Thomas — no me gustaría escoger entre los dos y mucho menos quedarme sólo y hacer pareja con otra persona — concluyo mirando de lado a lado a Gustav y a Thomas.

— Bueno la verdad no es tan malo, es simplemente un baile y... — ¿Cómo puedes decir y tomar eso a la ligera Tom? es separarnos en clase de gimnasia y en el baile con unas cuantas clases más —

— Bueno para no crear un conflicto quédate con Gustav yo ya tendré que ver con quien hago pareja antes que regrese el profesor — susurro Thomas alejándose de su grupo de amigos.

— Hola, disculpa me preguntaba si tú ya tenías pareja — susurre a uno de mis tantos compañeros de clase.

— Este... si si ya tengo un compañero — se alejó con Dany.

— Bueno por lo menos intente buscar pareja — comente en voz baja mirando a mi alrededor percatándome que ya la mayoría del salón ya contaba con parejas.

Bajando la cabeza intente darme fuerzas de voluntad para seguir siendo rechazado mientras preguntaba, al subirla me di cuenta que aún faltaba unas cuantas personas.

Vi de lejos unos cuantos libres y me acerque — hey Hola — toque de su hombro a uno para llamar su atención lo cual hizo que se voltear y pegara un susto al mirarme.

— Eh... Hola, Bill dime — miro a todas partes.

— Este... me preguntaba si podría ser tu pareja de bai... — me interrumpió antes de terminar la frase.

— No... digo... — se puso nervioso — es sólo que ya tengo pareja — ¿Estás seguro?... pero si hace un momento lo estabas buscando — le recordé.

— No no no ¿Que te hace pensar eso? —

— Pues... ¿Será que le estabas preguntando a Sam si podría bailar contigo? — desvíe la mirada ya sabiendo que pondría otra excusa.

El inicio de mi fin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora