El inicio de mi fin

Capítulo cinco

Llegué a mi casa muy confundido.

Había pasado un día del haberme encontrado con Thomas y estábamos a un día de la fiesta en casa de Shyr, pero hoy en clases Dean se acercó a mi carpeta con una invitación a su fiesta también de Halloween.

Yo quería asistir a ambas. De Shyr y el de Dean.

Por una parte estaba Shyr que lo consideraba casi como algo más que un compañero de clases, era algo así como un amigo más.

En el de Dean que a pesar de su carácter era un buen compañero siempre y cuando este de buen humor y tenga paciencia.

Recuerdo que apenas fue el primer receso le comenté sobre mi inseguridad a Alex; sin embargo, aunque sólo me había escuchado no fue de mucha ayuda para tomar una decisión.

Aún no sabía qué hacer, pensé en llegar con mi tío a la fiesta de Shyr para después de media hora ir a la de Dean.

La verdad pensándolo bien, no resultaría no conocía la dirección de la otra fiesta y además ya me imaginaba a mí solo en medio de las calles perdido.

De tan sólo imaginarme las dos fiestas.

En la de Shyr llena de gente de ambos salones, claro sin el grupo de amigos de Dean.

Allí estaba mi confusión, Thomas era en parte de casi formar amistad de Dean por estar en los mismos clubs de fútbol y basquetbol.

En lo más dentro mío deseaba asistir al que Thomas iría.

Hale mis ya largos cabellos al no saber qué decisión tomar.

Por mi gritar por ayuda a todo mi vecindario pero hay leyes que me reprendían por alterar el orden público.

Ahora que recuerdo en plena clase de Ciencia y Tecnología dije su diminutivo. Le dije un Tomy que para alegría mía volteó mirándome y empezó a acercarse y sin esperarlo se pasó de largo para hablar con Adam.

Ellos empezaron a hablar y lo que podía escuchar hablaban sobre la vez pasada que le hicimos una broma pesada a Alex. Y para colmo de su conversación Alex estaba llegando de los servicios y tuve que intervenir en la plática de ambos para sobornar a Tom y que se regrese a su sitio.

Mientras la profesora explicaba de la anatomía de los vertebrados recordé que dos semanas atrás también logré decirle Tomy en un volumen de voz muy bajo pero escuchó y volteó para preguntarme que deseaba.

Lo único que deseaba y hasta ahora deseo y espero es el que me escuché, me hablé no importa cualquier tontería, que mire mis sentimientos y no se burle de ellos, también deseaba no decirle sino gritarle lo mucho que me he enamorado de él o tal vez solo sea un gusto de temporada eso... aún no lo sabía.

Y lo único que le respondí fue un nada.

De allí me quede mudo he hice como que atendía la clase, como si lo que dijera la profesora fuera lo más importante para mí en ese momento.

No volví a llamarle así desde aquel día en el que volteó hasta el día de hoy en clases para volverme a hacer el loco después de que regresara a su sitio.

Escuché llaves fuera de casa así que me fui a mi habitación.

- Bill, baja necesitamos hablar contigo - llamó mi mamá.

Me cambie rápidamente el uniforme y bajé a la cocina.

- Siéntate - hice lo que me pidió y mi mamá también lo hizo.

- Bill tú ya estas creciendo y ahora puedes cuidarte tú y también puedes organizarte tu solo sin que nadie ya este tras tuyo.

- Bill empezare a trabajar – miro fijamente a los ojos.