El inicio de mi fin

Capítulo dos

— Buenas tardes mamá — salude apenas llegue a mi casa.

— Hola, ¿cómo te fue en la escuela? — pregunto mirándome entrar a casa.

— emmm bien — añadí dudoso.

— Bill no quiero que jales ningún curso este año — gruño llegando a mi lado — ¿Qué te falta?, ¿Qué piensas?, ¿Trabajas acaso para no estudiar?, ¿Porque no estudias? dime —renegaba como siempre.

— No es eso mamá, es sólo que no entiendo algunas cosas —excuse mi falta de interés por los estudios.

— Siempre dices lo mismo, lo que tienes es flojera y vagancia — concluyó.

— Bueno estoy cansada de esto, anda ve a cambiarte mientras te sirvo el almuerzo — afirme con la cabeza para luego pasar por su lado e ir al segundo piso.

— ¡¡Bill ya está servido el almuerzo se va a enfriar!! — grito desde la plant de abajo después de cinco minutos.

— Ya bajo — grite mientras busca mi Short azul.

— Bill ¿qué tanto haces allí arriba? — volvió a gritar.

— Nada mamá — baje del segundo piso acomodándome el pantalón.

— ¿Mamá? — ingrese a la cocina.

— si —

— ¿no habrás visto de casualidad mi short azul? — Pregunte bajito.

— Claro que sí, la puse a remojar para lavarlo —

— oh, gracias — respondí rápido.

— Si bueno ahora vamos a almorzar — Caminamos a la cocina y nos sentamos alrededor de la mesa.

— Mamá sabes el profesor Elme propuso al director para que podamos ensayar el baile después de clases ¿Podría quedarme un par de horas más en el colegio para practicar? —

— Baile baile ¿qué te da? deberías enfocarte en estudiar — gruño y luego agrego — ¿cuánto se pagará?... si quieres el permiso pedírselo a tu papá —

— Entonces ¿es un si? — sonreí.

— No, es un veremos tal vez —

— Oh está bien gracias mamá — la mire a los ojos y le sonreí lo mas honestamente que podía.

— Anda termina de almorzar y ve a hacer tus tareas — comentó llevándose una cuchara de sopa a la boca para luego contarme la vida de una persona que en realidad no me interesaba, mientras yo pensaba y recordaba en el raro comportamiento de Thomas.

— Gracias por escucharme, se nota que te he entretenido — hablo fuerte siendo sarcástica mi madre.

— Oh pero si te estaba escuchando —

— Como digas... provecho iré a seguir ordenando no te olvides de lavar los servicios —se levantó de la mesa y fue a la habitación del segundo piso.

— Si mamá — tome la cuchara llevándome el último resto de sopa que quedaba a la boca; luego me levante para lavar y asear un poco la casa antes de ir a hacer mis deberes del colegio.

— Mamá estaré en mi habitación me avisas cuando llegue papá, por favor — dije cuando pase por su Puerta antes de subir.

Al entrar a mi habitación me dirijo a mi cama para recoger mi mochila que la deje a un lado.

Al sentarme noto que tengo menos de tres horas para que venga y pueda hablar con él por lo que no tardo en abrir mis cuadernos y ver las tareas de matemática y tecnología.
Sin embargo; no puedo concentrarme, recuerdo los primeros días del año pasado donde ingrese en el colegio donde lo conocí a él y a mis actuales compañeros, todos de buenas familias o bueno la mayoría. Recuerdo cuando trate de acoplarme a algunos de mis compañeros sin ningún éxito hasta ahora, recuerdo a Gustav, era el más callado y comprensivo cuando ingrese al colegio a pesar que ya había estudiado la primaria allí; recuerdo el comportamiento de Thomas que cuando apenas vi por primera vez pensé que era una persona un poco fuera de sí, tanto física como mentalmente; llevaba el cabello amarrado en rastas, el buzo del colegio tres tallas grandes, con las vastas del buzo percudidos y hechos un caos, todo destrozado por arrastrarlos cada vez que caminaba de un lado a otro; recuerdo que cuando pase por su lado la primera vez hacía gestos raros con las manos y cara; parecía que estuviera espantado sus pensamientos ó a alguien inexistente, pensaba que estaba loco, hasta llegue a pensar que tenía problemas mentales; sin embargo, ahora que lo recuerdo y pienso en eso vi una mosca volar cerca de su sitio puede que la haya estado espantado.