The secret of believing in yourself

17 de junio.

Estoy en vacaciones, la verdad no sé que hacer, no me dejan salir y ya estoy un poco estresada de estar pegada al celular. Solo pienso en que estarán haciendo mis amigos. Para distraerme he decidido bailar, poner música que me guste de preferencia Shawn Mendez o eléctronica de Martin Garrix o Avicii, preparar palomitas y ¡ah bailar!

Cuando me encontraba bailando entro mi hermano quede como estatua porque nadie sabe que me gusta bailar, es mi secreto, y bueno me pregunta que hago y le respondo que practico barrer, eso solo se me ocurre a mí. Después de la confusión me invito a un bosque que queda cerca de la ciudad, y bueno fui. Al llegar allí me enamore, era de noche y solo se veían las estrellas y las copas de los arboles era un sueño, era realidad, me encantaba, era como si ya hubiera estado allí antes, tal vez en mi vida pasada era una princesa que vivía cerca de allí, como siempre mi imaginación llevándome al máximo.

No quería alejarme de ese lugar, me sentía en casa, me sentía yo, sentía que podía confiar y creer en mi misma, que ni el peor comentario y la agresión podría acabar esa sensación de satisfacción, de paz que había dentro de mí.

Cuando nos tocaba irnos, la verdad no me quería ir, y si me iba, tenía que volver. Llegué a mi casa, me recosté, y al rato me acorde que tenia que escribir todo lo que me había pasado hoy en mi diario. a soñar con aquel bosque y que había algo hay que me atraía, y tenía que descubrir que era, y al acercarme mas y mas a un cerezo, veía un libro de pasta dura pero no le veía ningún nombre.

Mis sueños siempre me sorprenden, son como un programa de ficción en mi cabeza que dan solo en la noche.