Capítulo 8

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Capítulo 8: "Problemas"

—Tu puedes —animaba Chen a Xiumin haciendo ejercicio.

—Siento que me muero —dijo el chico.

—Llevas 5 minutos. Venga trota —comentó él.

Xiumin puso su esfuerzos trotando por el parque. Estaba en plan de cambiar, ya tenía como alimentarse, y sobre todo para ser alguien mejor.

—Esto es poco, cuando vayas al gimnasio allí sentirás el esfuerzo.

Pasaron 20 minutos, Xiumin no podía más. Chen le exigía cada vez más, pero cuando no podía, no podía. Se detuvo sentándose en una banca.

—No te sientes, que así no quemaras calorías —contestó levantándolo.

—Me duele mucho las piernas.

—Es el sacrificio.

—Sabes Chen... al haber pasado los dos días me doy cuenta que si hubiera seguido igual no estaría bien.

—¿Te refieres a que casi contraes enfermedades?

Asintió serio.

—Yo vivía por la comida. Siempre voy amar la comida, pero quiero hacer las cosas bien —comentó reflexivo.

—A veces los gordos dicen que se aman a si mismo, que se aceptan, sin embargo no se dan cuenta que se están matando poco a poco —opinó el morocho.

Más allá de la imagen, no era bueno dañar tu salud. La apariencia es el reflejo de lo que llevamos día a día, quieras o no. Y cómo te ven, te tratan.

Un ejemplo claro fue Kim Min Seok, quién sufrió bullying por su peso.

—Por eso debes cambiar aquello, Xiumin.

—Chen, cuándo baje de peso ¿conseguiré novio? —Preguntó inocente.

Rio él.

—Eso depende de cada quién. Serás todo un galán, pillin —despeinó su cabello.

Rio el chico.

—Anio, no quiero a alguien que se fije por mi aparecía sino mi personalidad.

A Chen se le acabó el chiste.

—Tú no aprendiste ¿no? —Cuestionó.

—Tú deberías aprender —soltó huyendo como niño chiquito.

—¡Ya! —Lo dejó con la palabra en la boca.

Los días pasaron. Chen era el entrenador quién controlaba a Xiumin. Ellos desayunaban, almorzaban y comían juntos.

JongDae era el control en la vida sana de Xiumin.

El teléfono vibraba fuertemente haciendo que el Chen saliera de la ducha. Miró en la patalla con el nombre "Bola de masa".

—¿Qué quieres? —Preguntó rudo.

—¡BAJÉ 5 KILOS! —Gritó emocionado aturdiendo el oído del joven.

Se contuvo a gritarle aunque para qué lo iba hacer si la emoción estaba justificada.

—Felicidades, sigue así. Eso es poco —comentó ocultando una sonrisa.

—¿Estabas duchandote? Lo siento por molestarte —dijo apenado.

—Está bien. Ve a dormir, para hacer ejercicio mañana.

—Tenemos que grabar, no cre...

—Harás tres horas si no haces ejercicio mañana, eh.

—Me asegurare de verte —se guardó las excusas—. Des...

Dulces apariencias |Chenmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora