Epílogo

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Epílogo.

P.O.V Chen

Me levanté vistiéndome.

—¿Qué haces?

«Cierto, estoy en mi casa», pensé.

—Necesito que te vayas, mi madre vendrá en unas horas.

—¿Qué? ¿A está hora?

—Sí —mentí—. Viene de viaje.

—Eres un mentiroso —expresó.

—No lo es.

—Tú no me amas, solo estabas caliente. Fui un imbécil —dijo soltando unas cuantas lágrimas. Tomó su ropa y el móvil, yéndose.

No fui capaz de ir detrás de él.

Estaba confuso, me daba pavor la palabra amar, y no comprendía porque me puse así.

¿Tanto me cuesta amar una persona? ¿Por qué no puedo dejar de ser por un segundo en la vida el bastardo de Kim Jong Dae?

Me acosté y miró el techo pensativo. Pataleo la cama molestó conmigo mismo.

«Tienen razón, acabaré muy mal», pensé. Cerré los ojos para luego de un rato quedarme profundamente dormido.

Me despierto en la mañana con el resplandor del sol pegándome en la cara. Me levantó con mucho dolor de cabeza, hago mi rutina de aseo y voy hacia la cocina hacerme un café cargado.

Miró el televisor tratando de no recordar nada, ordenando a mi cabeza a que no repasará nada de anoche. Fue imposible, porque pequeños recuerdos aparecían.

Suspiró pesado.

—Si no lo quiero como amigo,  ¿entonces? —Pensé en voz alta.

Busqué en el cuarto mi celular, al desbloquearlo me doy cuenta de inmediato que no es el mío.

Es de Xiumin.

Un insultó sale de mi boca al saber que nuestros móviles fueron intercambiados. Me visto y llamó a mi teléfono, no respondía.

—Necesitas tranquilizarte. Debes de respirar hondo, inhala y exhala —me decía a sí mismo. Salió caminar un rato reflexionando.

Leí en un letrero un cartel que decía "No se piensa con la cabeza, sino con el corazón".

¿Era un indicio de hacerlo?

Me doy la vuelta para seguir mi caminó, pero me topó al ver dos personas muy parecidas a las que conozco.

Amber y Xiumin estaban hablando, y no parecía una buena conversación para ella.

Miré el teléfono, pensando en una sola cosa que podría ser.

«La grabación».

Me acercó interrumpiendo la conversación. Ella se levanta apenada y me mira a los ojos.

—Lo siento, Chen.

Dulces apariencias |Chenmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora