Capítulo 6.

158 48 5
                                    

Capítulo 6: "Frustración".

—Estoy muy emocionado porque iremos de compras —dijo Xiumin emocionado.

—Si, si como sea.

—Tú eres el único que sabe de moda. Vistes muy bien —halago.

Sonreí.

—Lo que se necesita es swag, algo que no tienes.

—Pero, puedo conseguirlo gracias a ti ¿O no? —Preguntó sonriente.

—No.

Llegamos al centro comercial, entramos por una tienda donde vendían variedades de ropa para hombre. No estaba de ánimo para ayudarle, nada le iba a quedar y hoy iba hacer un día pesado para mí.

—¿Qué tallas eres?

—Xll.

Suspire al escuchar esa talla bastante grande.

—Elige la ropa que te gusta y vístete. Te esperaré. Apurate —dije sentándome. Él asintió y fue rápido agarrando lo que le gustaba.

Con mi celular fui revisando mis redes sociales y alguna que otra cosa para matar la espera.

Xiumin salió con una prenda horrible. Parecía que iba a una fiesta de disfraz.

—¿Qué es éso? 

—¿Una playera roja de rayas y pantalón cortó de círculos amarillos?

—Xiumin, vamos a ir a un antro no a la fiesta de tu prima. Quita eso de mi vista —dije sincero.

—¿En serio? A mi me gusta. Pero, esta bien. —Alzó los hombros, y fue a cambiarse.

Luego de unos minutos, salió con una playera hawaiana y pollera también.

«¡Santo dios mio!»

—¿El antro es una playa? —Pregunté cada vez más sorprendido para mal.

Suspiró.

—Volveré a cambiarme. —Regresó.

—Por favor —Hasta las empleadas se reían.

Y así fue como con 15 prendas, al cual con ninguna. Y las que sí, todo lo cagaba con su... ash.

—¿Y este? —Salió con una camisa azul, y vaquero negro. No estaba tan mal, lo admito. Le quedaba más o menos bien, excepto... olvidenlo. Ya saben.

—Ese definitivamente —dije ya por fin.

—Que bueno, ya estaba nervioso por romper otra camisa.

—¿Cómo? ¿Rompiste una?

—Si, pero nadie lo sabrá —rio, mostrando su fresca sonrisa que por reflejó sonreí.

—Bueno, vayámonos.

—¡Espera! Tú también.

—¿Yo qué? —Contesté confundido.

—Venga, vaya a elegir una prenda y lo esperó —Tomo de mi brazo y me llevó a elegir.

—Xiumin, tengo. No gastes dinero.

—Dinero, tengo ahorrado ¿Sabe cuánto no he roto la el cerdo de suerte desde los 17?

—¿Cómo lo voy a saber? —Hice un gestó irónico.

—Pues mucho. —«El conocimiento es poder», pensé.

Me iba cambiando cada rato. Xiumin, le decía que todo estaba bien, hasta lo horrible. Que buena persona ¿No?

Dulces apariencias |Chenmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora