Capítulo 6-Arriesgando Todo, Para Tenerlo Todo. (2da Parte)

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—Oye... —Le llamo mientras la intento sujetar del brazo para que no se aleje de mí. —Que eso sea así, no significa que yo también siga interesado en ella, estás consciente que tomó su decisión eligiendo a quien más le importaba y yo también, tomé mi decisión y aquí estás, contigo es con la que yo quiero estar.

—Es que Yoshuar; sea como sea es mi mejor amiga y siento que la estoy traicionando, es como si le estuviera quitando al novio, aunque sé que ya casi ni se tratan, es evidente que aún le gustas, de alguna manera eso me hace sentir mal, lo mejor es que sigamos siendo amigos, es lo mejor para ella. —Me responde mientras se volvía a sentar y sus ojos cambiaban ligeramente de color marrón oscuro a un marrón más intenso y opaco, ahí descubrí de manera acertada que su estado de ánimo influenciaba directamente en ellos, notándose de manera pronunciada cuando sentía tristeza.

— ¿Y para ti? ¿qué es lo mejor? —Pregunté.

   No dijo nada, solo bajó su mirada. Traté de acercarme para que no se creara una distancia emocional que yo podía evitar, me senté a su lado esperando que dijera alguna palabra, con el temor de que se creara uno de esos silencios incómodos.

— ¿Entonces?—Pregunté para romper el hielo.

—Pero ustedes estaban saliendo, el día que nos presentaron ella les había hablado a las muchachas de ti y cuando me vean contigo van a pensar que yo me le metí por los ojos a usted, en serio Yoshuar, creo que es lo mejor. —Dice tratando de mirar a la distancia.

—Mariam quiso estar con Franco y yo quiero estar contigo, estoy seguro que hasta novios son ya y tú...

—Es que ya son novios, ella me lo dijo. —Interrumpió.

   Me detuve un momento para tratar de descubrir qué sensación lograba tener al respecto con la noticia, sin lograr percibir nada, era definitivo, mi interés ahora estaba centrado en Zarah.

— ¿Entonces?, ¿ahora tú no mereces ser feliz también? —Le puse mi mano sobre la suya.

   Posó su cabeza sobre mi hombro quedándose inmóvil y en silencio, hubiera deseado saber lo que pasaba por su mente en ese preciso momento.

—Si quieres yo hablo con ella, trataré de hacerle entender que no debe molestarse contigo, bueno ni conmigo tampoco por el hecho de que ahora estamos saliendo; no tiene lógica si ya tiene novio.

—No lo sé... —Suspiró.

—Anda, yo le hablaré luego, mientras tanto deberías seguir abrazándome ya verás que al hacerlo te pondrás feliz. —Le hice un suave pellizco en la mejilla tratando de que sonriera.

—Ya no tengo ganas de abrazarlo... usted sabe que yo no soy cariñosa con nadie. —Dijo intentando mantener una pretensión irreal.

— ¿Ah no?

— ¡No! —Respondió con firmeza.

—Yo no quisiera ser chismoso, pero hace rato alguien me estaba abrazando con mucha ternura y parecía muy cómoda. —Sonrió al fin y luego posó su mirada en mí.

—Claro que no, además solo fue un simple abrazo y ya, no le pienso dar otro si es que piensa que lo voy a hacer. —Trató de mantener una postura de inmutabilidad.

   Al acto dirigí mi boca lentamente hacia su oído.

— ¿Quieres ver que si? —Le susurré.

   Sentí su piel erizarse a la vez que sus mejillas tornaban un color rosado. Inolvidable, esa fue la primera ocasión en que logré ese efecto en su cuerpo.

— ¡No haga eso! —Dijo algo turbada por lo sucedido en ese instante sin querer moverse del lugar. — ¡Lo vuelve a hacer y me voy a molestar contigo!

Zarah-Un Último SentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora