Introducción
Si existe un lugar en el mundo donde los sentimientos se enfrentan a realidades que en el momento no te imaginas qué pasa dentro de ti, pues así es el corazón. El es engañoso, nos confunde en muchos momentos de nuestra vida, pero es el único indispensable para vivir.
Este mundo está lleno de personas buscando ser felices, el problema está en que buscamos donde es imposible encontrarlo, luego nos sentimos heridos porque no nos correspondieron, luego nos hacemos las preguntas, ¿qué hicimos mal?, ¿por qué el corazón nos hizo trampa?, por consiguiente, nos decimos...—Me doy por vencido, —Estaré sólo el resto de mi vida, —No le gusto a nadie, —Soy horrible. Son pensamientos que manda el corazón al cerebro y luego quedamos ahogados en nuestras penas.
Nuestro corazón hace cosas increíbles si lo sabemos usar, olvida rápido si aprendes de tus errores, se destroza cuando dejas que te dañen.
Sentados en la silenciosa oscuridad de nuestros aposentos nos llegan pensamientos y recuerdos que en algún momento tuvieron gran significado en nuestras vidas, porque dejaron heridas o porque hubo una historia bonita. La realidad de la vida es que tenemos que caer para volver a levantarnos con más fuerzas y ver que tiene la vida con nosotros.
