Miedo
Nosotros como seres humanos tendemos a poner el miedo por encima de todo, sobre todo cuando ya hemos fracasado. Tenemos la costumbre de no querer caer en ninguna trampa porque igualamos a todas las personas sin tener en cuenta que no todo el mundo no es igual.
Por miedo a que no nos quieran perdemos oportunidades que la vida nos regala.
Miedo nos da, al querer formalizar las cosas, pero por pensar en lo qué ocurrió en el pasado, abandonamos lo que en un futuro puede ser real. Haciendo que la persona que quizás sí nos quería, se sienta mal.
"Aveces debemos cambiar el -tengo qué, por un -Yo quiero."
Al no pensar lo que en realidad queremos tendemos a aterrorizarnos y priorizar el: "que dirán" de las personas.
Muchos de nosotros le tenemos miedo a tener una relación por sentirse insuficiente de sí mismo aunque nos digan mil veces: —Eres todo para mi, —tú me completas, — tú eres mi mundo y —en ti encontré lo que buscaba.
Le tenemos miedo a poner el corazón por encima de todo por solo pensar: —Y si esa no es la persona con quien me toca estar, —Y si salgo herido, —Y si nos damos cuenta que ninguno de los dos nos queremos.
"El corazón nos puede engañar, pero llega el momento que selecciona a la persona indicada y nosotros por temor a lo que pueda pasar rechazamos la oportunidad de nuestras vidas".
