Mi nuevo Comandante («♥Ichiruki♡»)

~24~

Las cosas extrañas suceden por algo.
Y que Kempachi no hubiera resistido el cero fue una.

Lo sucesos del día anterior finalizaron con 6 oficiales heridos de gravedad; sumamente comprometidos; 3 golpeados, 1 hectárea destruida y el capitán Kempachi casi fallecido.

Un Byakuya ensangrentado, despeinado y malhumorado. Una pequeña mujercita al lado de una camilla sin despegarse y un futuro comandante desmayado con serías heridas internas.

Un grupo de shinigamis estaban aterrados con el poder que había demostrado el chico, otros estaban fascinados, sí aquel tan poderoso ser los protegía como la cabeza del Seireitei no debían volver a temer a nada ni nadie.

El cabeza del clan Kuchiki descansaba en el cuarto escuadron, soñaba tristemente con lo que en una ocasión le dijeron cuando quiso casarse con Hisana.

—¡Como te atreves! ¡Tu no tienes derecho alguno! ¡Escoria!

—¡A mi mujer no la trataras así! ¡Ella tiene tanto derecho como tú y como yo en esta casa y me casaré con ella aún si ustedes no quieren!

Esos recuerdos eran dolorosos, no dejaría que Rukia pasará por lo mismo. Y muy a su pesar, aceptaría que se comprometiera con Kurosaki Ichigo.

Desperto exaltado e inmediatamente escucho la voz de, como ahora se hacía llamar, Isshin Kurosaki. Quien preguntaba el estado de su hijo a la oficial que caminaba a su lado, hablaba apresurado y firme, como todo un jefe de familia.

La sangre llama a la sangre, también la nobleza.

Byakuya se levantó de la camilla e intentó evitar el dolor, camino hasta la puerta de su habitación y continuo el sendero donde antes había estado el padre de se cuñado.

Siguió hasta llegar al cuarto donde estaba Ichigo, los guardias se corrieron dejándolo pasar. Estaba herido y aún le dolía el cuerpo, pero nunca mostró su sufrimiento, no iba a dejar que vieran que lo habían dejado realmente mal.

En el lugar había más gente de la que creía, allí se encontraban Isshin, Rukia, Kyoraku, Yoruichi e Inoue Orihime, la última estaba curando al de cabello naranja con sus orquillas mágicas.

Byakuya quedó sorprendido y eso fue notable. Miro al actual capitán comandante en busca de respuestas.

—Es su padre, —mostrando al ex shinigami— es su novia, —señalando a Rukia —vino a curarlo a él y los más graves, —refiriéndosea la voluptuosa joven —no sé que hace aquí, pero creo que trajo a la niña —quito importancia a la de pelo violeta.

—Ah... Ella...

—Si, también te curará a ti y a Kempachi luego de esto.

El Kuchiki solo asintió mínimamente, casi insignificante.

Cuando el sustituto abrió los ojos, Orihime supo que sus lesiones internas estaban sanando y faltaba poco para que terminara. Así Rukia pudo estar más tranquila.

—Ire con el capitán Ukitake, me mandó a llamar está mañana. —informó la ojivioleta —Ya saben. —dijo dando por hecho que le avisarían si ocurría algo.

Se dirigió a la puerta, dió una reverencia a su hermano y salió.

—Terminé.

—Continúe con el capitán aquí presente, por favor.

Ordenó Kyoraku. Que recibió un "Si" con la cabeza por parte de la menor. Las hadas se dirigieron al rededor del Kuchiki y comenzaron su labor.

Yoruichi miraba con intriga a Ichigo.