Como Estar Sin Ti © (Completa)

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Me miraba en el espejo, cada vez estaba más decidida de aclarar las cosas de una vez ¿ Cómo vine a caer en esto?, me senté en la cama, mordía mis uñas por la ansiedad...Y¿ sí me había ilusionado sola?, tenía que haberlo evitado y odiado desde el primer momento en que lo ví, pero el destino se encaprichó con nosotros tanto que lo colocó en lo que me apasiona y en lo que detesto. Sentía un hueco en mi estómago y en mi corazón, como un vacio que no me dejaba estar al cien. Odio estar así. Miraba el reloj de pared de mi habitación, se aproximaba la hora de ir al colegio en el que estaba él. Suspiré, respiré y salí a ese lugar.

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Sentí su perfume cerca de mi nariz y boca, hizo que me removiera para abrir mis ojos y encontrarme con sus enormes ojos negros y sus labios cerca de los mios para luego sentir su contacto.

- Mi amor, hora de despertar- Marina estaba encima de mí. Era algo tarde, ayer me quedé dormido con Daniel, pero los pensamientos se apoderaron de mi mente a altas horas de la noche impidiendo que conciliara el sueño como es debido. Me levanté rápido al observar la hora. - Vé y bañate, aún estás a tiempo, te preparé el desayuno, no lo puedes desperdiciar- Parte de este cambio fue lo que detuvo mis dulces sueños, sí, dulces sueños, tan dulces como Dulce.

- Gracias, iré a bañarme para poder tomar el desayuno.- Me esquivé de sus caricias para introducirme en la ducha.

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Las clases el día jueves eran amenas, estaba en clase de arte, una de mis favoritas, pero no hallaba concentración, la agonía en todo mi cuerpo no me lo permitía, era la sexta hoja que rayaba de mi libreta, no era posible que no pudiera hacer un simple dibujo.

- Señorita Espinoza, ¿ Se encuentra bien?- Se acercó hasta mi lugar la maestra, por supuesto que no estaba bien, pero a ella no le tenia que importar eso.

- Estoy bien- Mi enorme sonrisa relució e hizo que ella se tranquilizara- Solo no me queda como quiero y usted ya sabe como soy, o me sale perfecto o no sale.

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Había llegado a la zona de gimansia, observé todo el lugar y definitivamente ella no estaba, me pareció extraño, ya que desde que Dulce llegó aquí siempre es la primera en llegar, incluso llega antes que yo.

Empecé a calentar, así me mantendría ocupado mientras esperaba la llegada de mis alumnas... Por más que quisiera controlar mis pensamientos no podía, la mente es el lugar del cual no podemos escapar y mi mente ahora la ocupa ella.

Escuché risas, definitivamente habían llegado las chicas pero Dulce no, detalle que me hizo preocupar. Ella no se perdía esta clase por nada.

- ¿ Y Dulce? Qué extraño que no haya llegado, les dijo algo?- Las chicas negaron, ninguna sabia nada de Dulce, igual ella era algo distante.

Ni modo, tenía que iniciar el entrenamiento aunque en el fondo necesitaba saber su paradero. Estaba a punto de empezar cuando su silueta se divisó en la entrada.

- Llegas a tiempo, a penas empezamos y recuerdas que eres mi asistente.- Vaciló en sonreír, se vistio rápidamente y yo sentí un gran alivio al verla.

- Hoy trabajaremos en estiramiento, perfeccionaremos las puntas en extensión ya que he visto que a algunas se les dificulta, también en la recepción es horrible como caen después de hacer una maravillosa rutina y en spagat, necesito que sus piernas sean flexibes, ustedes pueden darme los 180 grados.

Las observaba una a una, no estaban tan mal...

- Marcela esas puntas estan desastrosas. - Me acerqué a ayudarla.

Me acerqué a las chavas que estaban en la barra asimétrica, detallaba sus caidas...- Karla otra vez, tambaleas mucho. Necesitas fuerza y estabilidad en las piernas..

Ahora me encontraba en el grupo de chavas que estaban practicando el spagat, ahí estaba Dulce, he notado que es flexible, en el suelo logra hacerlo perfecto, pero de frente y en el aire le falta unos cuantos grados para llegar. Me acerqué a ella, noté como se tensó y yo también al estar tan cerca de ella.

- A ver, voy a ayudarte. Estaba parada en posición recta, eleva tu pierna derecha- Le ordené y asintió- la detuve al llegar a los 45 grados. Le tomé la pierna, solo ese contacto hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.- La ayudaba a llegar lo más alto que pudiera mientras su pierna estaba en total rectitud al igual que la punta de su pie- ¿ Puedes más?- No queria que se lesionará. Ella asintió, lo hice despacio hasta que llegar al límite en el que la mantuve 5 segundos... Repetimos ese mismo proceso con la otra pierna en 5 sesiones.

Cuando el entrenamiento terminó las chavas fueron desapareciendo una a una pero ella seguía ahí, como siempre, era la última en irse, pero hoy la notaba distinta, pensativa.

- ¿ Qué te traes eh?- Me preocupaba.

- Christopher, necesito hablar contigo.- Me observó seria desde su distancia. Me acerqué.

-¿ De qué quieres hablar conmigo?- Estaba frente a ella pero mantenia mi distancia por el bien de los dos. Podía sentir su temor? Movía sus manos y pies.
Su mirada no la tenía fija en mi.

- Es que... Christopher, que sen-tiste con el beso? ¿ Qué sientes por mi? ¿ Qué significan las sensaciones que percibo cuando estamos cerca?- Primero habló pausada, después cerró sus ojos y soltó todo rápido. ¿Que sentí con ese beso, con ese beso que me atormenta, que me confunde. ¿ Qué siento por ella? Que me hizo llegar a tomar la desición de querer divorciarme de la mujer con la que tengo un hijo. Definitivamente no sabia que responderle, esas respuestas podrían cambiar nuestras vidas...Me quedé en silencio un rato mientras trataba de asimilar todo. No sé con exactitud lo que sentí con aquel beso, pero lo que siento en estos momentos es lo que realmente importa, las ganas inmensas de lanzarme a ella, abrazarla y besarla para volver a sentir esas mágicas sensaciones en todo mi cuerpo que me hacen estremecer y volver a sentirme vivo.

Se levantó desesperada al no recibir respuestas de mi parte, sus ojos acumulaban lágrimas que intentaba retener pero que yo podía percibir, tomó su equipaje como si estuviera resignada, se preparaba para marcharse ....No dije palabra alguna, como dicen por ahí, una acción vale más que mil palabras, me despojé de mis dudas, sin pensarlo volví a atrapar sus labios, que compactan tan bien con los mios, ella me siguió el juego los dos estabamos sumergidos en un apasionado beso. Cuando nos separamos nos quedamos mirándonos fijamente, el silencio reinaba hasta que decidí interrumpirlo.

- Esa es mi respuesta. - Tomé mi cabello por la frustración de caer en este juego, estoy casado y no tengo la valentia de divorciarme, amo a una adolescente, que además no es cualquier adolescente, es mi alumna. Retomé la conversación- No sé como explicarte, pero con tus berrinches, insultos y broncas hacia mi, me fuiste atrapando, me encariñé contigo Dulce María, por eso te sigo y soy tu chicle como me dices, porque tengo que saber que estas bien para poder estar tranquilo.

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