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Y entonces viví contigo un día y supe que eras la persona con la que quería compartir el resto de mi vida.

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Cuando llegué al aeropuerto de Ciudad de México lo primero que hice fue llamar a Sebastián para informarle que llegué bien, después apresurado tomé un taxi para dirigirme al colegio, necesitaba respuestas para encontrar a Dulce.

Me cargué el equipaje, no quería llegar a la casa vacía porque me traería recuerdos de mis dos amores junto a mí siendo felices y ahora no la tengo a ella por eso decidí primero hacer esto.

- Me puede esperar, no me voy a tardar - Le pedí el favor al conductor, de aquí saldría derecho a donde este mi niña, no me iré de la dirección del colegio hasta recibir noticias de su paradero.

Me paré firme en la entrada del colegio y respiré profundo mientras me dirigía a la dirección, los alumnos estaban en clase, mejor.

Al llegar a la oficina de Efraín hablé con Catalina su secretaría quien me dijo que estaba solo, no pedí que me anunciara, abrí la puerta y seguí, estaba frente a él con un revolcón de sensaciones en la que destacaban el miedo y los nervios.

Él dejó ver su rostro de asombro, el mismo que cambió en unos segundos por uno de seriedad, a pesar que me temblaban las piernas al no saber lo que iba a pasar conmigo y mi carrera trataba de ser firme.

- Buen día - Saludé esquivo esperando su reacción.

Se mantuvo en silencio unos segundos pero respondió a mi saludo y me invitó a sentar.

- Christopher no te esperaba tan pronto.

- Efraín basta de rodeos, ya sé que estas enterado de todo y vengo a dar la cara.- No podía perder más tiempo.

- Bueno, me parece perfecto que lo sepas todo, así no tengo que pasar por la bochornosa situación de repetirlo, - Pausó -¿ Cómo puede ser posible Christopher? ¿ No eres conciente? ¿ Tan siquiera lo pensaste?- Su expresión era más de decepción.

- Efraín yo sé que me equivoqué y lo acepto, sé que esto esta mal, lo sé, pero fui débil, no pude controlar mis sentimientos y frente a ti, los padres de Dulce, la policía, la Federación Deportiva, frente a todos puedo asegurar que a Dulce la amo, la respeto y que no le quiero hacer ningún daño, yo la amo, ese es mi delito, acúsenme si quieren pero es la verdad y lo único que deseo en este momento es saber que esta bien, llevo muchos días sin saber de ella y eso me tiene preocupado, me importa y sé que no esta bien, dime en donde esta por favor te lo ruego.

- Dulce fue expulsada del colegio- mencionó frío mientras revisaba unas carpetas.

- Eso ya lo sé pero necesito saber donde esta y- lo pensé- También quisiera saber que pasara conmigo.

Dejó lo que estaba revisando para observarme fijo, pasó saliva y después desvió su mirada. Inhaló y exhaló antes de hablar.

- Christopher, muchacho, yo te aprecio demasiado- Él lleva casi 30 años en este plantel educativo, hace 31 pertenece a la Federación Deportiva de México y es un pilar muy importante en mi carrera profesional y vida, si no fuera por aquel entrenador que creyó en mi cuando era niño, cuando mi padre se negó a que me dedicara al deporte no habría cumplido mis aspiraciones. Efraín quedó para enseñarme a luchar por alcanzar mis sueños, sé que dejé de competir a temprana edad pero quedé preparado para hacer lo que ahora me apasiona dar clases de matemáticas y ser entrenador y forjador de que los sueños se hagan realidad con el entrenamiento de gimnasia.
- Hablé con los padres de esa chica y pactamos una solución viable para todos, no tienes porque buscarla ni arriesgarte, es mejor que la olvides, piensa en ti, tu futuro y el de tu hijo. Ellos no irán a la delegación con la única condición de que dejes de buscar a su hija. Ella es a penas una adolescente, a esa edad las jovencitas se encaprichan con hombres mayores en us ancias de explorar y sentirse rebeldes. - Parecía preocupado y sincero en su discurso- No quiero que cometas un error muy grave y que luego quedes destrozado.

Como Estar Sin Ti © (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora