El móvil se derrite,
Se deshace.
Me visitan los muertos
Felices de ya no estar aquí.
Chocamos contra paredes
Que son de concreto,
Ya no siento nada,
te abrazo y nos quedamos suspendidos en el limbo.
Te puedo ver,
Pero nunca me hablas
Ni me tocas,
Ni me miras...y despierto
Llorando por tu indiferencia.
Restos de una ciudad en ruinas,
En sepia y la transito
Despacio y melancólica.
Autos que no avanzan,
Franqueando muros, pisos, techos, hecha como de bruma, deambulo por nuestra casa a oscuras y me tropiezo
Con sombras que también la habitan.
Objetos que nunca he usado...
Mi abuela y yo jugando
Como cuando era niña
A las escondidas
En aquélla casa grande,
Sin tocar el piso
Flotando entre los pasillos.
Vuelo, me elevo,
Me hago diminuta,
Platico con personas
Que nunca he visto,
Paseo por calles desconocidas.
Observo rituales extraños,
Ellos no saben que los miro.
Lo más maravilloso:
Sentir el aire en mi rostro,
Sobrevolando por una
Antigua cuidad,
Verdes montañas,
Parecía tan interminable,
Tan vívido, tangible,
Que al despertar busqué fotografías
Para comprobar con asombro
Que el lugar que visité
Si existía.