One~Shots Sterek

Pt 3

Ni bien llegaron a la veterinaria de Deaton, lo primero que hicieron fue cerrar todo el lugar para que nadie los molestará y rodearon al veterinario para que no pudiera escapar.

Pero no todo salió como lo esperaron, ya que Deaton no dijo ni una sola palabra.

Primero trataron de hacer las cosas por las buenas, le habían preguntado al hombre que estaba pasando con Stiles, pero este se negó a darle respuesta alguna.

La segunda vez, ya cansados y enojados de que el druida no quisiera decirles nada, optaron por hacerlo a la fuerza.

Scott hizo brillar sus ojos en rojo y le mostró sus garras, pero Deaton en lugar de asustarse le dió gracia.

Derek dió un rugido, que estaba seguro hizo temblar a todo el pueblo de Beacon Hills, menos al druida.

Malia se lanzó contra el con toda la idea de matarlo, pero Liam rápidamente la detuvo, la idea era hacer hablar al druida no asesinarlo.

El sheriff, que también había notado algo raro en su hijo, también había llegado al lugar e intento disparar a Derek, pensado que el le había echo algo. Pero antes de que si quiera pueda apretar el gatillo toda la manada lo detuvo rápidamente.

Ahora Deaton se encontraba atado a una silla, con tres adolescentes gruñendolo y amenazándolo con sus garras.

Una Kitsuné apuntandolo con su espada.

Una Banshee lista para gritar y romperle los tímpanos en cualquier momento.

Un Derek en una esquina de la veterinaria, intentando controlarse para no lanzarse hacia el y matarlo.

Y por último, pero no menos importante, al Sheriff del pueblo apuntandolo con un arma en la cabeza.

Deaton rodó los ojos y lanzó un suspiro cansado por todo el show que estaban armando.

— Deaton, última oportunidad. Dinos lo que le pasa a Stiles.— Scott trato de sonar amenazante.

Deaton alzó una ceja y lo miró desafiante.

Derek perdió la paciencia, todo esto era estúpido, el druida jamás hablaría.

— Deaton... Por favor.— Suplicó Derek.— Necesitó saber que le ocurre a mi pareja.

Deaton lo miró con lástima y por fin tuvo compacion de el.

— No puedo decírtelo Derek... Stiles confío en mi, no voy a traicionar su confianza, solo debes tener paciencia, el te dirá todo cuando esté listo.

...

Del otro lado del pueblo, mas precisamente en la casa de los Stilinskis, se encontraba Stiles teniendo una lucha consigo mismo.

Apretaba con fuerza su celular, no se te atrevía a llamarlo.

Llevó una mano a su vientre, lo acarició con cuidado, con cariño. Aún no podía creer lo que le estaba sucediendo.

Todavía pensaba que todo esto era un sueño, un mal sueño.

Se imaginaba a el despertándose al lado de Derek como casi siempre todas las mañanas, y desayunaban mientras él le contaba lo que había soñado y ambos reían por su ridículo sueño.

Pero no era así, esto era la realidad.

Tomo aire y apretó el botón de llama, se escucharon tres tonos hasta que la llamada fue atendida.

—¿Stiles?.

— Derek ¿Estas ocupado?.

—No, no lo estoy ¿Ocurre algo?.

Mordió su labio inferior con fuerza hasta hacerlo sangrar.

Por su mente paso la idea de cortar la llamada y seguir ignarando a Derek como lo ha estado haciendo hace varias semanas. Pero eso era demasiado injusto para el lobo, el más que nadie merecía saber lo que le estaba ocurriendo, merecía una explicación.

Suspiró rendido.

Debía hacerlo, no podía seguir retrasando el momento.

— Necesitó hablar contigo, en media hora estoy en el Loft.