✦Cadunt

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DISCLAIMER: Yuri On Ice no me pertenece.

ADVERTENCIA: OCC(?), Errores ortográficos, angustia, pánico y nervios.

Al fic.

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Cadunt

Los recuerdos me están buscando

Diciéndome que todo está bien

Pero desearía estar muerto.

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Despierta...

Su cuerpo entumecido bajo una capa fría fue lo primero que sintió cuando despertó. Sus parpados cerrados se movieron con la intención de abrirse pero estaban tan pesados que prefería quedarse así, en la oscuridad absoluta.

No sentía nada, no escuchaba nada, era como si no estuviera vivo.

Despierta Yuuri

Las sensaciones comenzaron a nublarlo por un instante y se agarró fuerte escuchando susurro en su oreja. Alguien lo llamaba, quería que despertara.

Yuuri cariño, despierta.

Tal vez sería su madre, la dulce mujer le besaría le frente, le acariciaría la mejilla, lo miraría con un profundo amor cuando abriese sus ojos y se contemplara en su cuarto, con sus juguetes, su cobija y manta.

Como un niño de 12, que todavía duerme con una lámpara encendida, y un peluche entre sus brazos.

Yuuri...

Abrió sus luceros acostumbrándose a la luz y ahí estaba. La ampolleta amarilla nublaba su visión, pero la silueta de la mujer y su cabello, era algo que nunca olvidaría.

Mam-

¿Que pasa Yuuri? ¿Acaso te cortaron la lengua?

Chillo atemorizado viendo los ojos negros de Yuko, la sangre que brotaba de sus ojos y que salía a borbotones de su boca le mancharon la cama. La mano que antes acariciaba su pelo era una huesuda que lentamente se acercó a su rostro justo cuando una curva aparecía en los labios resecos del cadáver.

La cama tembló a su cercanía y la lámpara comenzó a titilar. Sollozo cubriéndose con su manta pero la mano se pegó a la frazada rasgándola sin piedad

¡Lo siento! ¡Lo siento tanto!

Los mocos se mezclaron con sus lágrimas gordas, mientras que el olor nauseabundo llenaba sus fosas nasales al punto de cubrirse la boca a punto de vomitar. Sentía los ojos fuera de sus orbitas observando como la piel de Yuko se desprendía lentamente, a jalones y aruñazos, fue cayendo en tiras ante su mirada. Los gritos los retuvo, pero las lágrimas cayeron sin parar estremeciendose de pies a cabeza.

Tenía la culpa, la culpa, la culpa, la culpa, la culpa, la cul-

¿Yuuri?

Suavemente tocaron su cabeza. Encogido en su cama volteo la mirada y encontró unas pupilas azules en donde se reflejaba su silueta, solamente él. Viktor le sonrió acariciando sus mejillas, tenía las manos cálidas, sus manos estaban manchadas de sangre.

Réquiem/ViktuuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora