Me quedé sorprendida, era mi hermano.
-¡Izan!-le abrazé.
-Te he sorprendido eh, ya veo que has encontrado trabajo. Mamá debe estar orgullosa de ti.
-¿Quieres tomar algo? Falta media hora para que acabe mi turno, si quieres espérame por aquí sentado y luego nos vamos.
-Claro, pediré...-cogió la carta- un té verde.
-Enseguida te lo traigo-sonreí.
Tener a mi hermano aquí me puso de muy buen humor. Él y yo siempre nos llevamos bien, desde que éramos pequeños, él me protegía siempre, aunque yo podía hacerlo sola. Siempre ha sido muy importante para mí.
Acabó mi turno y fui al despacho para hablar con Brook.
-Has hecho un buen trabajo Ingrid... ¡Estás contratada!-me dio un juego de llaves de la cafetería.
-Muchas gracias, no te fallaré.
Me puse mi ropa, me dirigí a mi hermano y fuimos a casa.
-¿Qué te parece mi nuevo hogar?
-Está muy bien.- Observó todo el salón- Maldita sea, ¿Cómo puedes tener todo tan ordenado?-se tiró al sofá.
-No es tan difícil, si solo lo intentaras...-echamos a reír.
Los dos sabíamos perfectamente que él nunca sería ordenado con sus cosas.
Estuvimos un buen rato hablando tirados en el sofá, era la hora de comer. Si algo hacía bien mi hermano era cocinar. Así que se puso manos a la obra, y preparó unos espagueti a carbonara que estaban buenísimos.
-¿Has conocido a algún chico, Ingrid?-dijo con toda la boca llena de comida.
-¡Guarro! No hables con la boca llena, es repugnante...-los dos empezamos a reír.
-No me has respondido... ejem
-Pues sí, el chico que vive en el piso de arriba, se llama Josh, te caerá bien.
-Con que Josh eh... más le vale tratarte bien o... - me enseñó sus puños. Reímos de nuevo.
-Por cierto, ¿Cuánto tiempo estarás aquí?-pregunté.
-¿Acabo de llegar y ya se estas echando?-me miró con cara de cachorrito e hizo un puchero.
-No, solo es por saber-reí.
-Pues estaré una semana. ¿Puedo quedarme aquí contigo, no? ¿O harás que me vaya a un hotel?-me atravesó con la mirada.
-Claro que te quedas aquí imbécil-reímos.
Nos tumbamos en el sofá a ver una peli y los dos nos quedamos dormidos. Cuando de repente...
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NOTAS:
El de la foto es el hermano de Ingrid, Izan
