CAPITULO5

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Narra Ana:

-Oye Raoul, te recuerdo que tu dudaste mucho cuando preguntaron quien tenía pareja...-Digo en tono de burla.

-¡Pero que dices, anda! Solo que no entendí bien la pregunta...-Comienza a reírse y todos con él. Bueno todos... todos no. Miriam está sola en la cama con el móvil. Llevamos un buen rato aquí, y nadie la ha dicho nada. Me empiezo a sentir mal, así que me levanto y voy dirección a su cama.

-Ey Miri, ¿porque no vienes un rato y dejas el móvil?-no contesta, así que repito la pregunta poniéndome justo a su lado.-Miriam...¡ey! ¿vienes?-ni siquiera levanta la vista del móvil. En un arrebato le quito el casco de la oreja.

Por fin, levanta la vista y me mira,(creo que por primera vez en todo el día); aunque bueno, igual preferiría que no me mirase, a que lo haga de esta forma.

-¿Qué haces Ana? ¿Estas tonta?

-Llevo llamándote media hora, y estabas pasando de mí. 

-No te había visto.

-Miriam... Que es una habitación de 30m cuadrados, no el palacio real. Además, estoy al lado tuyo. 

-Bueno, ¿qué?

-Vente con nosotros anda, no te quedes tu aquí sola.-la cojo la mano para tirar de ella, pero se suelta.

-¿Ahora te preocupas por mí?- Si estoy sola es porque necesito aprenderme la canción... y... y hacer...bondad vocal. Mañana hay pase, y quiero estar bien.

-¿Me quieres decir que te pasa? Porque la canción no es el problema, tu nunca llegas a la noche del miércoles sin saberte la letra, nunca. Y tu voz... Bueno, te recuerdo, que eso "te impide" hablar y no mirar a la gente.-Su cara es un poema, creo que no esperaba ese comentario.

-Llevo un día de mierda Ana, eso es todo.-Dice bajando la voz cada vez más. 

Me siento a su lado y me quedo mirándola. Le cojo un rizo que le cae por la frente, y se lo coloco detrás de la oreja. No puedo haberla echado más de menos. 

-¿Por qué llevas todo el día evitándome?

-No me pasa nada, ya te he dicho que estoy cansada.-Nada más acabar la frase, se tumba por completo y se tapa. 

Me levanto despacio de la cama mientras la miro, se me está partiendo el alma... 

-Entonces...

-No. Buenas noches.

Narra Miriam:

Tengo que reconocer que creí que no iba a aguantar sin descomponerme, cuando me ha colocado el pelo, y su cara... Joder, eso si ha dolido...quizás me he pasado de cortante, pero es lo que toca.

La realidad es que cuando salgamos de la academia, ella se habrá olvidado de todo, igual que hizo con su novio nada más entrar aquí... Y yo tendré que verlo todo. Paso. Si lo corto de raíz lo dejará estar, por mucho que me cueste, me acostumbraré. Total, nunca fuimos muy amigas... amigas no.




La verdad detrás de AlmaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora