Mi Conflicto Conmigo. (EDITANDO)

Capítulo 20

Mis gemidos lo encendían provocando pequeños choques eléctricos sobre su cuerpo expresados como espasmos. Continuamos besandonos hasta ya no tener aliento.

De repente se detuvo y se apartó unos centímetros.

―Perdón, me dejé llevar por el impulso.―Soltó mientras intentaba autocontrolarse―Será mejor irnos a dormir.

"Por lo visto es igual que la última vez solo que se invirtieron los roles afectivos".

―No quiero ir a dormir!―Susurré entre gemidos y excitación. No se si quiera recuperar el autocontrol.

―No me hagas esto, por favor!―Me suplicó.―Si continuamos, va a ser exactamente igual que la última vez.

―Puede que si, pero quiero que tengas presente que ésta y todas las demás noches estoy solo para ti.

Me levanté del futón para irme derecho al dormitorio y ponerme ropa de dormir ya que la pijama se estaba lavando.

Él solo se quedo ahí parado esperando a que yo desaparezca de su visibilidad, aun sin verme directo por que estaba evitandome, para no tener otro tipo de reacción similar o peor a la última.

―Celi!―soltó desde el living mientras me estaba vistiendo.―tu... has estado con algún hombre... Anteriormente?

"No pretendo ser grosera pero tampoco quiero continuar ocultandole cosas"

―Aun soy virgen―contesté mientras me sentada a su lado provocando que él, del susto, dé un pequeño salto.―Lo siento, no quise asustarte―solté una pequeña risa.

Su cara se puso completamente roja mientras que continuaba evitando mi mirada.

―Ya no quiero ser esa chiquilla caprichosa, egoista y escandaloza que incomodaba a todos.―Comenté mientras buscaba su rostro.―No quiero ocultar mas nada a nadie y  menos a ti.

Tomé su rostro entre mis manos y susurré sobre sus labios

―¿Serías el primero?.

Encerré sus labios en un sensual y deseoso beso el cual obtuvo una respuesta positiva.

Con sus manos comenzó a acariciar mi abdomen por debajo de la remera mientras que envolvía mis brazos en su cuello. Me tomó de las piernas y, en posición de koala, me llevó a la cama; cuando estuvo sobre mí se detuvo para preguntar. ―¿Estas segura?, no quiero hacerte daño.

―Quiero hacerlo! confío en ti.

―Te amo.―Respondió mirándome directo a los ojos.

El oir esas palabras fue como si las mismas me acariciaran el pecho y bajaran al vientre;  me encantó.

―¿Qué?!

―Jamas dejé de hacerlo.

―Pero... dijiste que me habías superado...!

―Mentí!

Comenzó a besar mi boca, cuello y pecho haciéndome retorcer de placer. Quitó mi remera dejandome en ropa interior (SI, para dormir solo tenia un remeron largo). Encaró a mis pesones succionando con tal intensidad que provocaba demasiada exitacion en mi; parece que soy masoquista en la cama.

―Ahh...Do..natto..!―Esos gemidos que no podia controlar parecían combustible para su cuerpo.―Haahhh...

Continuó bajando por mi abdomen hasta mi bajo vientre.

―Haah Espera!―Solté asustada.

―Te encuentras bien?, te hice daño en algún momento?

―Es que... estaba desprevenida; no pensé que harías algo como ésto.