Capítulo 4

31 1 0
                                    


―Francesco, estoy bien y tu?

―Muy bien ahora que leí tu mensaje, ¿Cómo resultó la evaluación?

―Estupendo, puedo empezar en tanto libere un poco de responsabilidades.

Congratulazioni signorina.

―Gracias―me sonrojé.

―Hay que celebrar, estas libre ahora?

―Ahora?―contesté algo sorprendida, Donatto tenía una expresión bastante molesta―Lo siento pero estoy ocupada.

―¿Qué te parece mañana?. Te espero en el bar de mi hermano a las 14.

―Ok, nos vemos.

Bye signorina.

Colgué la llamada con una sonrisa en mis labios y cuando me giré a ver a Donatto estaba en la cocina preparando café bastante molesto; guardé el teléfono en mi cartera  y caminé hacia él.

―No quiero ponerme fastidioso e incomodarte con preguntas patéticas sobre tu vida personal pero ¿puedo preguntar si estas en una relación?, por que no quiero esforzarme en conseguir algo que no me pertenecería de todas formas.

―...acaso es un reclamo?―exclamé.

―Por favor contestame la pregunta.

―Mira!, no quiero ser grosera pero no te debo ningún tipo de explicación a ti...―Su rostro cayó en dirección al suelo―Era mi profesor particular, mi papá lo contactó para que me ayude a rendir.

―Yo puedo ayudarte si lo necesitas―Se giró bruscamente a verme.

―Te agradezco pero no quiero decepcionar a papá y elegir otra opción cuando fui yo quien le pidió ayuda―contesté―Además ¿no es suficiente con la carga horaria de trabajo? casi te ves como un vampiro; no me agradaría que por mi culpa pases a ser un Zombi.

Ambos reinos y escuchamos la secadora sonar.

―Tu ropa está seca, voy a traerla.

―Gracias y disculpas por tantas molestias.

―Al contrario, gracias a ti por venir; la verdad estoy muy feliz.

Son pasados 10 minutos de las 20 hs. Si no me voy ahora voy a tener el celular atascado de llamadas de mi casa así que me cambio y comienzo a despedirme de Donatto.

―Estás libre el domingo?―pregunta. Quedé desconcertada por su pregunta.

―Por ahora sí, por qué?―solté algo desconfiada e insegura.

―Te gustaría ir al cine?

―No lo se, Qué película veríamos?

―No se que hay en cartelera pero buscaré por Internet.

-...amm aún no entiendo muy bien el italiano y sería un tremendo fastidio para ambos que me tengas que estar traduciendo todo así que por que no mejor hacemos otra cosa?

―Tengo Netflix así que podemos pedir comida y buscar algo ahi.

―¿Aquí en tu casa?

―No, en mi camiseta. Claro que aquí en mi casa.

―¿Osea que me estas invitando por primera vez a tu casa para cenar y ver una película?―Le puso ojos de acecho.

―¿Qué estas queriendo insinuar?―contesta con picardía.

―Nada... Entonces el domingo a las 7 pm; yo traigo el postre.

Me acompañó hasta la puerta de entrada al edificio y me marché; caminé hasta la parada de bus mientras miraba la hermosa noche estrellada, parecía como si no hubiera llovido.
Llegué a casa pero ya habían cenado y ahora estaban cada uno en sus actividades: papá en el estudio, mamá lavando los platos y Ann leyendo un libro. Hacía mucho que no pasaba tiempo observando a mi familia; tenía la sensación de que no los veía en mucho tiempo.
Al entrar a casa tomé la costumbre de decir a voz alzada―Llegué!―para no distraer a nadie y que vengan a saludarme en la puerta. Abrí la heladera para poner la cena en un plato y calentarlo en el microondas; mamá se ofrece a hacerlo pero me negué ya que puedo hacerlo sola.

Mi Conflicto Conmigo. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora