Mi Conflicto Conmigo. (EDITANDO)

Capítulo 13-Francesco (parte 2)

La ceremonia terminó y, luego de celebrar a lo grande, el matrimonio se marchó rumbo a su luna de miel. Con Leo nos fuimos juntos a un boliche y comenzamos a beber, a tal punto que brindamos hasta por la salud del que pasaba; ya estábamos completamente sumergidos en la ebriedad. En un momento de la noche la vi, estaba bailando en el medio de la pista bastante sensual y con ropa muy provocadora, me levanté a toda prisa de mi asiento para buscarla pero era tal el mal estado en el que me encontraba que no pude mantenerme en pie mucho tiempo y caí encima de una de las mesas, la cual estaba llena de vasos y personas bebiendo.

―FRAN!, Qué demonios haces?―pregunto Leo bastante preocupado; aun estaba en igual condición que yo pero podía soportarlo ya que estaba acostumbrado.

―Es ella... esta en la pista!

―Qué?, quién?

―Ella... ella.

―Mejor regresemos a casa.―Susurró el mientras observaba a los alrededores quizás buscando la salida o... a ella.

―No, no quiero irme. quiero verla y preguntarle mucho...―Contesté mientras me incorporaba y caminar rumbo a la pista.

―Fran, no!―oí que leo me gritaba pero su voz se perdía entre la música y el bullicio del lugar.

Comencé a buscar entre los rostros de cada mujer que estaba en pleno baile hasta que, de tanto buscar, por fin la encontré. Tenia un vestido plateado demasiado corto y tacones altos, muy poco habitual de ella pero supongo que si trato de entender lo que sucedió últimamente quizás esta intentando forjar un nuevo carácter.

La tomé del brazo y la gire hacia mi pero cuando la tuve frente a frente y la mire a los ojos dije:

―Por qué?.

―Disculpa?!

―Por qué desapareciste así de mi vida!―ella me miraba con esos ojos tan tiernos pero imponentes.

―Discúlpame pero no...

―Tenemos mucho que hablar y no vas a alejarte nuevamente...―mientras le decía eso la jalaba hacia afuera de la multitud.

―No, suéltame. ¿Quién te crees para tratarme así!?―intentaba salirse de mi agarre.

―Celiana!―grité mientras la tomaba de ambos brazos y la miraba fijo a los ojos.

―Celiana...? te equivocaste completamente de persona. Me llamo Maya.― la solté y ella solo sonrió.―tu ex-novia te dejo y ahora vienes a ahogar tus penas al punto de verla en una extraña? vaya que estas mal...

Me quede ahí mirando al suelo sin poder decir nada mas que un lo siento; ella solo me miró con pena y tras un largo silencio perturbador habló por fin.

―Mira... sé que crees que no podrás superar este sufrimiento pero el tiempo hace milagros; créeme, lo se.

―Te ofrezco nuevamente disculpas; me voy a casa.

―Espera...―Sacó una tarjeta de su cartera y me la ofreció.―Puedo ayudarte si lo necesitas, así que... llámame.

Maya León, psicóloga. ¿Por qué querría ir yo a una psicóloga?; de todas formas le agradecí y me marche en busca de Leo para volver a casa, el lugar me estaba poniendo muy nervioso.

Desde luego que nos volvimos en taxi ya que teníamos la intención de volver precisamente en estas condiciones, así que ya en casa me di una ducha refrescante para al fin poder ir a dormir después de haber revivido el vacío de perderla nuevamente.