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Pasan los días y sigo en mi mismo puesto de trabajo, corriendo de un lado a otro, para hacerle la vida más fácil a Shawn.
A veces me pregunto qué es lo que Elena hace... Es como si sólo me mandara, sin trabajar. Al menos nunca la vi ocupada o llevando cosas, sólo me ordena.
Ya sé de memoria los gustos de Shawn.
Le encanta el orden y la limpieza, por lo que todo lo que me pida, debo dejarlo en su respectivo lugar.
Cada mañana pide lo mismo, café cargado, con poca azúcar.
Luego pide que le pase sólo las llamadas importantes, no le gusta que lo molesten.
Siempre viste cosas diferentes aunque a la vista se vean iguales..
Jamás desayuna en su casa y siempre llega a la oficina a las seis de la mañana, ni un minuto más, ni un minuto menos.

-Aquí está su café- sonrío y dejo la taza en la mesa de Shawn.

-Gracias Heather- me guiña un ojo.

-Elena me dijo que vaya a buscar unas cosas a su casa, pero no me dio las llaves... Las tiene usted o...

-Elena te pidió eso?

-Si... Dijo que usted queria que buscara..

-Pues yo se lo pedí a ella, no a ti- me interrumpe -Dime... Ella ha estado ordenándote cosas?

-Ah.. No, sólo eso- no la cubras idiota...

-Estás segura? Porque yo le pago para que trabaje, no para que mande a otros a hacerlo.

Diablos, tiene razón. Pero no puedo decirle.. Tal vez la despida, no soy capaz de eso. -S.. Si.. Estoy segura- tartamudeo.

-Bueno...- suspira -No me gusta que me mientan.. No hagas que también te despida a ti. Dime la verdad, porque no te creo. Te lo voy a preguntar una vez más, ella te da ordenes?- la forma en la que Shawn habla me produce algo de miedo.

-Si, a veces... Pero siempre creí que usted...

-Bueno, puedes llamarla?- me interrumpe de nuevo, haciendo que mis nervios se alteren.

-Si.- digo en seco y salgo de la oficina camino a la de Elena.

-Elena... Te llama Shawn- le digo a la pelirroja.

-Se puede saber por qué?- pregunta ella cruzando sus piernas.

-Quiere hablar contigo- miro hacia abajo.

-Claro- sonríe -Voy...- se levanta y camina.

Voy hacia mi escritorio y me siento, apenada por lo que llegue a pasar.

Pasan varios minutos y nadie sale de la oficina de Shawn, sigo mirando nerviosa, sintiendo que será mi culpa si algo malo pasa. Entonces Shawn sale de la oficina.

-Acompáñame- dice agitado y caminando rápido hacia el ascensor.

-Ah.. Si, si... - me levanto y lo sigo -Está todo bien?

-Por qué lo preguntas?- acomoda su cabello despeinado y se arregla la camisa para luego tocar un botón del ascensor.

-Por.. Por nada- bajo la mirada. -Está todo bien con Elena?- pregunto sonrojándome

-Si... Ya no volverá a ordenarte nada.- mira al frente. Diablos, es muy alto.

-Bueno... Espero no habe..

-La despedí- dice fríamente.

-No.. No hacia falta hacerlo- me muevo hacia adelante para hacer que me mire.

-Si, hacia.- cuando consigo su mirada penetrante, trago saliva y doy un paso atrás. -Estás incómoda?- pregunta

-No...- lo miro a los ojos

-Y ahora?- dice acorralándome contra una esquina del elevador.

-Ah...- miro hacia los costados ya que mi cara llega a su pecho -No me gustan los lugares pequeños- logro decir.

-Claustrofobia.- sonríe de lado. -Ya te vas a acostumbrar...

Levanto la vista y lo miro a los ojos, luego observo cada facción de su rostro, contemplando su belleza. Este hombre es perfecto. Por más que buscara algún defecto en él, jamás lograba encontrarlo.

-Esto está mal- digo de pronto haciendo que retroceda.

-Qué es lo que está mal?

-No debió haber despedido a Elena.. Sólo cometió un error.

-Pues eso es bastante para mi...- guia la mirada hacia la puerta del ascensor y la puerta se abre.

~Qué es lo que acaba de pasar? Mi corazón aún late rápido~

-Vamos.- dice y camina hacia afuera, con paso firme.

-Sr. Mendes- dice una chica rubia y corre tras él- Su coche está en la entrada, estacionado y listo- sonríe.

-Gracias Hailey- dice Shawn y me hace una seña para que camine.

Obedezco y subo al auto de Shawn, él hace lo mismo.-Dónde vamos?- pregunto.

-A mi casa- enciende el motor.

-A.. Su casa? Qué haré yo?

-Verás cuando lleguemos- sonríe -Deja de tratarme de "usted". Primero era sr. Mendes y ahora soy "usted"...

-Bueno.. Lo siento, es que acostumbro a..

-No soy tan mayor.. Y aunque sea tu jefe, sólo llámame por mi nombre. Soy Shawn

-Está bien.

-Tampoco es que sea tu amigo... Pero ..- me mira -No digo que no podamos serlo, me refiero a que..

-Si entendi, Shawn- le sonrío.

Consequences    →S.M←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora